La noche del martes pintaba explosiva en Razz 2 con un suculento cartel formado por Buffalo Summer, Buckcherry y Skid Row. Lamentablemente poco antes del inicio de actuación esperado para la banda invitada, supimos que Buffalo Summer no podrían actuar esta noche debidos a problemas inesperados en la carretera. Por suerte esto no fue obstáculo para que Razz 2 fuera una fiesta con los dos co-cabezas de cartel.
Por cómo está planteada la gira no sabíamos cual de los dos grupos tocaba primero, en esta ocasión le tocó abrir la noche a Buckcherry, que contaron con algo menos de público que Skid Row debido al temprano comienzo del show. Aún así en seguida animaron el ambiente con una actitud canalla y fiestera que hizo las delicias de su público. Impresionante como siempre su showman, Josh Todd, en gran forma física, enseñando torso hipertatuado y sin parar de provocar a los presentes con su descaro habitual, aunque el resto de la banda tampoco dejó de regalarnos grandes momentos, especialmente su guasón guitarra, Stevie D, que lanzó púas a diestro y siniestro. Porno Star, Ridin’, la imprescindible Crazy Bitch y Say Fuck It fueron los mejores momentos de una actuación que como era de esperar tuvo en sus temas cañeros su mejor baza.
Skid Row salieron a matar, conscientes de que les habían dejado el listón bien alto, y a juzgar por la reacción del público no decepcionaron. Si bien es cierto que la sombra del ausente Sebastian Bach es alargada y que algunos le echamos de menos, no se puede desdeñar el empeño que puso su vocalista, Johnny Solinger, en encender a los fans. El resto lo hicieron prácticamente solas las canciones, ya que tiraron de un repertorio lleno de hits atemporales que incluyó cómo no I Remember You, Monkey Business y Slave to the Grind. Incluso se atrevieron con la versión del Surrender de Cheap Trick, antes de poner la guinda al pastel con Youth Gone Wild. En definitiva, uno de esos conciertos que te arregla hasta el peor martes.
CRÓNICA Y FOTOS: ROSARIO LÓPEZ