[CRÓNICA + FOTOS] Chispeantes: DEAP VALLY en RazzClubs

2013_12_06_Deap_Vally_2730Lyndsey Troy y Julie Edwards, o lo que es lo mismo Deap Vally, pillaron por sorpresa a muchos cuando telonearon a Mumford & Sons en su gira a principios de año. El viernes noche volvieron a nuestra ciudad, esta vez dentro de la sesión de discoteca de RazzClubs, para presentar su directo debut Sixtrionic.

La actuación comenzó con algo de retraso, a las 3, pero fue despegar con Raw Material y hacerse con la atención del público desde el principio (incluso esa parte del público que no las esperaba y sólo estaba allí de bailoteo con los amigos). Dos chicas de bandera, una voz que engancha y una batería salvaje que ya la hubieran querido The White Stripes: su aplastante seguridad en sí mismas y su atrevido look setentero volvieron a hacer  imposible quitarles la mirada de encima.

La fórmula es sencilla: rock clásico pero con dosis extras de adrenalina y guiños al blues, y la vimos brillar especialmente durante el himno feminista Gonna Make My Own Money, pero a partir de esa canción empezamos a ver señales de que algo fallaba: los técnicos de sonido iban de un lado al otro del escenario comprobando pantallas e intentado averiguar qué iba mal, y Lyndsey daba instrucciones entre tema y tema al personal de la sala, dándoles a entender que algo no sonaba como debía sobre el escenario.

La verdad es que la cantante mantuvo la profesionalidad de cara al público, haciendo todo tipo de comentarios simpáticos sobre lo mucho que les gustaba Barcelona, presentando las canciones y teniendo guiños cómplices con su compañera en todo momento. Pero no se dejó llevar como sabemos que puede dejarse llevar, como la vimos soltarse la melena hace unos meses, y ese hecho unido a que la parte media del setlist enlazó algunos temas demasiado parecidos entre sí, afectó un poco al ritmo de la actuación. A pesar de todo fue un buen show, sobretodo con un tramo final especialmente inspirado en que el dúo salvó la noche a base de sacar toda la artillería dura:  Lies, Walk of  Shame, End of the World, y hasta un bis, el hit Baby I Call Hell, que acabó entre fuentes pirotécnicas. Chispeante.

Fotos: Rosario López
Crónica: Óscar Caselles y Rosario López.

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