01/05/2019. Razzmatazz 2, Barcelona. Promotora: Route to Resurrection. Crónica: Mariano Antón. Fotos: Rosario López Se presentaron los suecos Backyard Babies ante una audiencia eufórica por la previa ofrecida por Thundermother y sobretodo por Audrey Horne, moneda cuyas dos caras son claras: por un lado el respetable ya está en onda y con ganas de pasarlo bien, pero el riesgo de eclipse por parte de los teloneros es elevado. Para evitar el temido fenómeno astronómico, Backyard Babies desplegaron sólidos argumentos que sin duda convencieron a la mayoría.<7p>
Arranque revelador de lo que iba a ser la tónica general del concierto, con el batería Peder Carlsson liderando en este inicio fulgurante: Good Morning Midnight, Look At You, Dysfunctional Professional y Shovin’ Rocks sirvieron como perfecta tarjeta de visita, punk-rock y hard rock honestos con reminiscencias a MC5 y New York Dolls, incluso algún eco a Sex Pistols en Heaven 2.9.
El guitarrista Dregen se fue encontrando más cómodo pasado el inicio del concierto y empezaron a salir las distintas caras del poliedro BB, matices enriquecedores sin abandonar en ningún momento la base del sonido antes expuesto; esta tonalidad y el despliegue de energía permitieron escapar del eclipse en ciernes y dejar un excelente sabor de boca entre los asistentes, que se quedaron con ganas de continuar la fiesta después del corto bis de Yes To All No y People Like Us.
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El segundo de los tres grupos en tocar, justo antes de Backyard Babies, fueron los noruegos Audrey Horne, y a buen seguro supuso una agradable revelación para muchos de los asistentes, entre los que se incluye el autor de estas líneas. El evocador nombre de la chica más guapa de todo Twin Peaks sirve como alias a una banda noruega de clásicas melodías metaleras, con las guitarras dobladas en una coreografía que tiene algo de catapulta infernal, y el inconfundible estilo de Toschie al micrófono, éste sí lejos de las convenciones del metal más clásico.
Eternos riffs epicúreos y asalto de la pista por turnos y por parte de todos los integrantes de la banda, a falta del batería. Si hubiésemos encontrado una forma de bajar la batería al público, a buen seguro que se habría sumado. El inicio de este traspaso de fronteras se dio por parte del bajista Espen Lien, cuando preparó el inicio de la muy flashdancera Waiting For The Night con el público sentado en corro y coreando el estribillo de la misma. La canción acabó como empezó, pero con Toschie en la barra y el público absolutamente entregado desde ese momento y hasta el final.
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Por último, mencionar el gran inicio de velada con las integrantes de Thundermother, también de Suecia, defendiendo las canciones de su tercer LP Thundermother (2018). Hard Rock elástico con acrobacias guitarreras por parte de Giorgia Carteri en una propuesta sencilla, solvente y de alto octanaje que se pudo vivir desde el arranque con Whatever, pasando por Hellevator o Quitter. Reminiscencias a Girl School y una excelente voz teñida de blues a lo Blues Pills por parte de Clare Cunningham. Sin duda un grupo a seguir.
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Audrey Horne
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