[CRÓNICA + FOTOS] GERARD WAY: luces y sombras en la Sala Apolo

Gerard Way_PORTADALa mayoría le conocimos por su carrera como cantante al frente de My Chemical Romance, pero no cabe duda de que, acabada esa exitosa etapa, Gerard Way está decidido a pasar página y hacer cosas diferentes a nivel musical. Ayer viernes llegaba a la Sala Apolo, en Barcelona, dispuesto a demostrarlo presentando su álbum Hesitant Alien.


Gerard Way en Barcelona
Y es que poco queda de ese chaval totalmente desconocido que en 2003, enfundado en una chupa de cuero, se desgañitaba sobre el escenario de la barcelona sala KGB. Entonces no lo sabíamos, pero esos chicos algo desgarbados pero llenos de ganas, My Chemical Romance , estaban destinados a ser mucho más conocidos que la banda a la que teloneaban esa noche, los entonces bastante prometedores The Used. Aún así, al verle esa noche cantar las versiones primigenias y algo toscas aún de lo que luego serían muchos de los hits del segundo disco de la banda, Three Cheers for Sweet Revenge, quien esto escribe y muchos otros de los presentes pensamos que ese chico que cantaba tenía algo especial. No debíamos estar muy equivocados viendo lo que pasó apenas un año después, y las pasiones que sigue despertando Gerard allí a donde va.

Gerard Way en Barcelona

Gerard Way en Barcelona

La noche antes del concierto, de madrugada, llegaron los primeros fans, dispuestos a hacer cola las horas que fuera para tener bien cerca a su ídolo. Me quito el sombrero, eso es dedicación. Y no se puede negar que el público del concierto era muy joven, probablemente para muchos y muchas este fue el primer concierto al que asistían. Algunos iban con sus padres (si lees esto y es tu caso, nunca olvides que tus padres molan), otros enarbolaban orgullosos camisetas de la ex-banda del cantante, otros (los números no mienten, y sus caras de menores tampoco) parecían haber descubierto a Gerard directamente en esta nueva etapa en solitario.

Gerard Way en Barcelona

Gerard Way en Barcelona

Saltó Gerard a escena y hasta su imagen parecía empeñarse en demostrar que las cosas han cambiado: se acabaron los guiños al emo y al punk, le vemos enfundado en un traje, sin maquillaje dramático, sin rayas rojas y negras, con una corbata, sí, pero de aspecto más maduro. Las primeras filas estallan en gritos de admiración, pancartas al aire y nervios, mientas en lo musical el concierto empezaba con la oscurilla The Bureau, seguida de la alegre y pop Action Cat. La pegada de ambos temas se vio algo lastrada por problemas de sonido que afectaron la primera parte del show, porque lo cierto es que como le indicarían las fans al propio Gerard a medio concierto, desde las primeras filas no se apreciaba en absoluto su voz, ahogada por el bajo y la batería, pese a que tan sólo unos metros más atrás se distinguía todo perfectamente. Suponemos que quedó arreglado a partir de ahí ya que no oímos a nadie más quejarse.

Gerard Way en Barcelona

Gerard Way en Barcelona

Esa indefinición, no obstante,  también aquejó al concierto en sí, porque la noche le quedó algo desigual al de New Jersey: el concierto adoleció en partes de falta de ritmo, a pesar de sus esfuerzos por comunicarse con su público ya fuera contando anécdotas entre canción y canción o dirigiéndose a las primeras filas. No todas las canciones mantenían la atención del público de la misma manera: y es que No Shows triunfó mientras Gerard sacaba al escenario a una fan para que tocara la pandereta, pero en cambio en los momentos más tranquilos, como Brother, el ambiente se desinflaba a pesar del buen estado vocal en que demostró estar Gerard.

Gerard Way en Barcelona

Personalmente me quedo con la versión más guitarrera del disco, que se podría definir en tres momentos. En primer lugar, la increíble pegada con la que nos sorprendió a propios y extraños durante la rabiosa Juarez, joya en el disco y también en el directo, porque si hay una canción que sacó lo mejor de la solvente banda que acompaña a Gerard, esa fueésta. En segundo lugar, me convenció la actitud y el toque británico y algo canalla de Get The Gang Together, canción redonda en la que de verdad se nota esa influencia glam de la que tanto ha hablado Gerard en este álbum. Y para acabar lo que de nuevo fue una sorpresa, la versión de Snakedriver, mítico tema de The Jesus And Mary Chain  que la mayoría de los (pocos) asistentes al concierto que pasamos de la treintena recibimos primero con algo de precaución  y luego con júbilo, porque la verdad es que su cover fue un digno homenaje del clásico de la banda sonora de El Cuervo, y de lo mejorcito de la noche.

Gerard Way en Barcelona

Gerard Way en Barcelona

En definitiva: un concierto algo irregular, propio en el fondo de un primer disco en solitario que no deja de ser de transición. Habrá que ver qué evolución sigue el sonido de Gerard en solitario, personalmente creo que si apuesta por la vertiente más rockera y british y se aleja del pop más juvenil e inocuo, su directo en mejorará. Eso sí, a juzgar por las estampidas hacia el puesto de merchandising y las sonrisas de oreja a oreja, los fans quedaron contentos. ¿Bien está lo que bien acaba?

FOTOS Y CRÓNICA: ROSARIO LÓPEZ

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