[CRÓNICA] Iron & Wine nos roba el corazón en el Festival de Jazz

Lorenzo DuasoLa noche del 7 de noviembre fue sencillamente mágica. Sam Beam demostró que menos es más, y se presentó ante una Barts expectante, únicamente con su guitarra. 

Dulce, cercano y divertido, el cantante repasó su más que consolidada carrera, atendiendo a las peticiones del público. Empezó con Such Great Heights, y siguió con Jesus the Mexican boy, olvidando la letra en varios instantes y prometiendo retomarla a medida que la fuera recordando. En ese momento supimos que la velada se desarrollaría entre la ternura y la risa, el corazón en un puño y la carcajada. Y así fue, no faltaron Boy with a Coin, Flightless Bird o Walking Far From Home.

Lorenzo Duaso

Como si de un cuentacuentos se tratara, nos sentíamos como niños emocionados y con lágrimas de belleza en los ojos, escuchando atentamente a un Sam Beam encantador que abrió su corazón para mostrarnos una canción nueva. Y llegó el momento de retomar Jesus the Mexican Boy para darnos el toque de gracia con la maravillosa Flightless Bird.

Naked as We Came fue una de las canciones con las que terminó dejándonos extasiados y con una sonrisa de oreja a oreja. Esperemos que no tarde tanto en volver como la última vez.

Crónica: Lulu Voodoo

Foto: Lorenzo Duaso

About Lulu Voodoo

Fotógrafa de artes escénicas y retrato. Apasionada por la música y el cine se deja llevar por las emociones más primitivas en los conciertos y realiza las fotografías y las crónicas de acuerdo con sus instintos.
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