Lo de Left Lane Cruiser no es normal. El trío de bestias volvía a Barcelona tras su memorable paso del año pasado en la sala Apolo 2. Suenan desgarradores, crudos y te azotan sin piedad hasta perder el sentido. Ardió la Rocksound , y como nunca.
Y es que su propuesta navega entre el punk más salvaje y el blues más visceral. Ni el hecho que Pete Dio estuviera lesionado y apareciera con muletas hizo que su directo flaqueara un ápice. Desde el instante que Freddy J IV y sus secuaces pisaron el escenario, se desató la locura colectiva, y se sucedieron las canciones sin descanso.
Venían con material nuevo, el brutalísimo Dirty Spliff Blues, un latigazo sonoro y como su título indica, sucio y mucho, no por su ejecución impoluta sino por la suciedad que entrañan las emociones que nos suscita su escucha. Y con esto está dicho todo. Left Lane Cruiser te recuerdan partes de tu ser que creías olvidadas, te acercan a tu yo más primitivo y te arrastran al infierno, y que bendito infierno. A mí personalmente me pusieron cachonda, y disculpad el momento soez pero así fue.
Entre la voz crepuscular de un Freddy J IV poseído, un Pete Dio tocando con una pierna rota o casi, endemoniado perdido y Joe Bent, la fiera parda del Skateboard Guitar, consiguieron que el público se descontrolara y alucinara a niveles nunca alcanzados hasta entonces.
El setlist impecable, con temazos del nuevo álbum como son Tres Borrachos, compuesta en nuestro país durante la anterior gira o Dirty Spliff Blues que da título al álbum. Pero no faltaron maravillas, por citar algunas, como Big Momma, Pork & Beans o el momentazo Skateboard Blues con un espectacular Joe Bent que parecía que fuera a provocar un terremoto en cualquier momento de las sacudidas que pegaba sentado en la silla. Terminaron el concierto con el ya clásico rap del Olé Olé cortesía de un Pete Dio que a pesar de no poderse levantar de la batería, no dejó de moverse en todo momento.
Un concierto brutal que tendremos grabado en la retina y en el corazón toda la vida. Que vuelvan ya de nuevo, que noto que empiezo a necesitar mi dosis de Left Lane Cruiser en vena.
Crónica y Fotos: Lulu Voodoo