16/07/2018. La [2] de Apolo. Promotora: Live Nation. Cualquiera diría que después del intensísimo fin de semana festivalero que había tenido Barcelona, con el Cruïlla y Barna ‘N Roll aún zumbando en los oídos, el público querría descansar, pero no: el lunes tocaron Black Rebel Motorcycle y no hubo quien se resistiera, se llegó al sold out y ya desde que abrieron puertas nos dispusimos a sudar la camiseta en nombre del rock.
Los teloneros en esta ocasión fueron Queen Kwong, banda de Los Angeles capitaneada por la multiinstrumentalista Carré Callaway. Presentaban su segundo disco, Love Me To Death. Su banda, enteramente formada por mujeres a excepción del bajista, defendió con uñas y dientes un set en el que post-punk y el rock más agresivo se dieron la mano. Nos gustaron mucho.
BRMC saltaron a escena entre vapores en una sala ya hasta la bandera, y canción a canción fueron subiendo la temperatura de la noche. Empezaron con el punch de Little Thing Gone Wild y la morbosa King of Bones, antes de coger por el camino más sureño posible con The Devil’s Tattoo. En el concierto hubo de todo: set acústico (Echo y Shuffle Your Feet) canciones con armónica, descargas de decibelios fuera de control… quizá se note cierta bajada de revoluciones de la banda a raiz de la lesión por la que pasó Leah Saphiro, ya superada por suerte, pero el espíritu cañero que sigue rezumando el trío convenció igualmente. Y, como era de esperar, las canciones que nos llevaron al punto de ebullición definitivo fue con los clásicos: Love Burns, Spread Your Love, Red Eyes and Tears y una gran versión en clave punk de Whatever Happened To My Rock ‘N Roll. El rock ‘n roll sigue aquí, entre este triángulo envuelto en cuero y humo, y visto lo visto tiene cuerda para rato.
