Noche de gala la que nos ofreció el miércoles 8 de febrero el Festival Mil·leni en el Palau de la Música. La célebre banda norirlandesa The Divine Comedy presentó en el marco incomparable del Palau su nuevo disco, Foreverland.
Ofrecieron un concierto elegante y con grandes momentos para el recuerdo, capitaneados por un Neil Hannon con aires napoleónicos que demostró estar en su punto dulce, tanto en lo vocal como en cuanto a presencia escéncia. Ya desde la inicial Sweden le vimos dar rienda suelta a su peculiar sentido del humor y a su status de dandy del pop entre canción y canción. Esto es clase, señores.
Queremos destacar a la artista invitada, la irlandesa Lisa O’Neill, que defendió con aplomo y autenticidad las canciones de su tercer disco, Pothole in the Sky. Qué alegría cuando un artista invitado irradia tanta fuerza que reivindica su presencia en el recuerdo de la noche, más allá del acompañamiento del gran nombre conocido. Nos quedamos con esa fantástica versión de It’s the End of the World, de Skeeter Davis y esa genial frase que usó para cerrar su actuación. “Esta es la última canción, disfrutad del resto de la noche, y si no os vuelvo a ver, disfrutad del resto de vuestras vidas”.
FOTOS: ROSARIO LÓPEZ