[CRÓNICA + FOTOS] Sin tregua: BERRI TXARRAK ponen del revés Razzmatazz

btx-tnQué ganas teníamos de tenerles de vuelta por aquí. Berri Txarrak están en pleno tramo final de la gira de su disco Haria, y el viernes pasaron por la sala Razz 2 en Barcelona en la que quizá era el concierto más esperado del siempre fantástico Festival EH Sona, organizado por la asociación cultural vasca Euskal Etxea.

EH Sona 2013: Illinoise

Herri Oihua abrieron la tarde, pero no llegamos a tiempo de verlos. Sí que pudimos ver la actuación completa de Illinoise. El quinteto de Vidreres, a quienes no había visto nunca en directo, descargaron una buena muestra de su rock con ramalazos de punk, hardcore y noise. Su frontwoman Nina fue quien me impresionó más, se comía el escenario con raudales de actitud y una potencia de voz de aúpa: de hecho empezó tan fuerte que pensé que igual no aguantaría semejante ritmo toda la actuación, pero me equivocaba. Me gustaron bastante, aunque si resto del grupo se desenvolviera con la misma intensidad que ella en cuanto la puesta en escena, el conjunto ganaría enteros. Puntos extra para el batería, Álex, por aguantar todo el concierto con una fisura en la costilla sin que se le notara siquiera.

Eh Sona 2013 - Berri Txarrak

Breve descanso empapado de expectación, y con la sala ya muy llena se iban colocando unos focos y alfombra sobre el escenario. Alfombra roja, por cierto, como las de las grandes ocasiones, y la verdad es que el pedazo concierto que se pegaron a continuación los de Lecumberry estuvo a la altura de las expectativas. Gorka, Galder y David saltaron al escenario y desde el segundo uno demostraron que venían dispuestos a arrasar con todo y no dejar prisioneros. Denak ez du ballo irrumpió con más contundencia que nunca, y con Espero Zitzaket demostraron que pensaban tocar más rápido y más fuerte imposible.

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Después de verles tantas veces es curioso cómo se las apañan para seguir sorprendiendo con su descarga de decibelios: son como una máquina perfectamente articulada para que el sonido te reverbere en las costillas y se te ponga el vello de punta a base de himnos. El concierto entero fue un no parar y un llevar al público al límite todo el tiempo, sin que bajara el pulso de la noche, dejándonos sin aliento. No sabíamos si nos tenían más aturdidos los cegadores focos que dejaban a los tres músicos en meras siluetas, o la pegada de las canciones que se nos venían encima.

Gorka, sin grandes espavientos, ejercía como el completísimo frontman que es, intenso a la guitarra y las voces y comunicativo con el público entre canciones pero en su justa medida, asegurándose de que sus comentarios no afectaran el ritmo del concierto. Siguiendo la norma de no repetir los setlists y de sorprender constantemente,el grupo lo mismo recuperaba Stereo, de su segundo disco, como se entregaba a la épica de Maravillas, o nos hacía el guiño de cantar en catalán Sols el poble salva el poble. Y no podían faltar las versiones, en este caso muy bien escogidas, Liluraren kontra, de Mikel Laboa, y una muy noventera Los muertos, de Delorean, que tocaron en medio del gran tema que definió toda una noche, Oreka y su infalible épica. Creo que no hubo otra canción más coreada, y sentida que ese clásico, en una noche que nos ha dejado la mar de satisfechos. Por lo menos nos durará el subidón hasta que vuelvan a visitarnos, espero, con un puñado de canciones nuevas.

 Crónica y fotos: Rosario López

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