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Simple Plan, State Champs, Mayday Parade, Air Yel. 22-01-2024, Club Sant Jordi, Barcelona. Promo Cap Cap Produccions. Texto Álex Trullijano, fotos Mariano Antón.

A pesar de lo que se auguraba, el Pop Punk, al contrario que otros géneros más efímeros como el Nu Metal, parece haberse reencontrado a sí mismo (si es que un estilo musical pudiera hacer tal cosa) en estos últimos años. Auspiciado, qué duda cabe, por la nostalgia dosmilera este revival sirve de perfecto escaparate tanto para bandas más veteranas como para bandas que cogieron el testigo en los dieces y que practican un Pop Punk algo diferente y alejado del mainstream pero no por ello tan alejado de los sonidos primigenios. Simple Plan, banda reconocible donde las haya en el Pop Punk dosmilero, es uno de los ejemplos de grupos veteranos que han sabido adaptarse con el paso del tiempo sin perder ni mucho menos su identidad. Su vuelta a Barcelona nos ha permitido evaluar de primera mano si este escaparate revival está aquí para quedarse y reflejarnos por mucho tiempo o si es más bien un escaparate de una tienda pop up destinado a desaparecer de un momento a otro.

La jornada comenzó muy tranquila con Air Yel, a la que siguieron Mayday Parade, banda de Pop Punk originaria de Florida que bebe claramente del Emo Pop de finales de los 90 practicado por bandas como Jimmy Eat World (y que posteriormente volvería a tener su eco en bandas más recientes como The Wonder Years). Su  claro coqueteo con sonidos más emocionales supuso un puntito de variedad a agradecer y eran palpables las ganas que tenían de dar un buen espectáculo. Con todo y con eso, un sonido algo deficiente, un cierto abuso de los tan socorridos wo-ohh y una actuación vocal algo irregular lastraron un poco la actuación, si bien se agradeció el empeño en mantener el barco a flote.

Como segundo plato de esta jornada Pop Punk tuvimos por primera vez en Barcelona a State Champs, banda de los dieces con un sonido más cercano a aproximaciones Pop Punk más modernas como Neck Deep o The Story So Far. Al contrario que sus compatriotas, State Champs tuvo una actuación más lucida y vibrante con una interacción con el público vistosa y con canciones altamente vitaminadas y coreables, demostrando bastantes tablas para un grupo que supera apenas los 10 años de trayectoria. Prometieron volver pronto con un nuevo disco, les tomamos la palabra e incluso la matrícula para seguirlos de cerca.

Una vez terminado este segundo plato nos tocaba ya nuestro atiborre de Pop Punk a dos carrillos con la actuación estelar (nunca mejor dicho dada su entrada con la BSO de Star Wars) de Simple Plan. Con una chaqueta que rezaba “every nite is emo nite” (dejando claro que el límite entre el denominado emo y el pop punk es más difuso a cada rato que pasa) y las pilas cargadas, Pierre Bouvier y el resto de los integrantes empezaron el setlist por todo lo alto con algunos de sus temas más reconocidos como I`d do anything , Shut up y Jump, en donde directamente se nos mandó hacer aerobic multitudinario en uno de los momentos más resaltados de la noche. Una vez pasado esta traca inicial el concierto fue transcurriendo por caminos más o menos predecibles alterando temas más recientes algo deslucidos y con un sonido algo más cercano al millennial pop de grupos como Imagine Dragons junto con temas más reconocibles como Welcome to my life. Además, se reservaron pequeñas sorpresitas en forma de un popurrí de covers como Sk8ter Boi de Avril Lavigne, All Star de Smash Mouth y Mr Brightside de The Killers que fue francamente divertido, demostrando que si algo no tiene la banda es un ego desmedido y que todo es poco a la hora de divertir y animar al personal, bien por ellos. Encarando el final del concierto, nos encontramos con una lucida colaboración con State Champs en la muy Pop Punkera Where I belong y con una tanda final que, si bien tuvo momentos emocionantes como I’m just a kid, quedó algo desdibujada con la inclusión de dos baladas acústicas (las excesivamente solemnes Untitled y Perfect) que claramente deberían haber sido colocadas en otro lugar en el setlist y que se antojan como una mala decisión a la hora de cerrar un concierto cuando perfectamente podrían haber terminado de manera eufórica y con todo lo alto con I’m just a kid.

En resumen, con un concierto más que sólido (no por ello perfecto ni mucho menos) Simple Plan nos confirmó que no se han ido a ningún lado durante todo este tiempo, que el Pop Punk tiene presente y futuro (ayudado por la gasolina de la nostalgia, cómo negarlo) y que, tras más de 20 años de trayectoria, si algo les sobra es energía y ganas. No todos los grupos tan longevos, sean del género que sean, pueden decir eso con la boca grande. Una vez más, bien por ellos.