Noche loca de stoner en Razz 3 de la mano del trío sueco Truckfighters, que venían con un nuevo disco calentito bajo el brazo, Universe. Tras el boca oreja que sucedió a su última visita a Barcelona, la expectación por ver a los de Örebro había crecido.
La banda local La doble fila fueron los encargados de abrir fuego sobre el pequeño escenario de Razz 3. No les conocíamos y su propuesta fue sorprendente: nunca había visto antes en directo a un grupo que mezclara sin pudor rock, blues y country con rap. Y eso exactamente fue lo que hicieron ellos, con una puesta en escena a caballo entre banda indie apática y el trobador rapero, el cuentacuentos burlón.
Aunque hubo temas que tuvieron mejor acogida que otros, no se puede negar que canciones como Chica mala o Cinco días funcionaron a las mil maravillas y dejaron buen sabor de boca. Puntos extra para ellos por improvisar con la letra de una de sus canciones para lanzar una pullita a Gallardón.
Con la sala ya casi llena se podía palpar en el ambiente la expectación por ver a los cabezas de cartel. Empezaron algo más tarde de lo que esperábamos y el público llegó a impacientarse, pero en cuanto comenzaron a tocar consiguieron que todos obviáramos ese detalle. La verdad es que para ser un trío, no veas la que lían. Sobretodo Dango, que con su guitarra y con cuatro pantallas Marshall se hizo oir más que nadie desde el principio.
No me refiero únicamente a los decibelios, Dango se hizo con el control del concierto y llevó lo que de por sí hubiera sido un concierto de stoner más a otra dimensión. No paró quieto: entre demenciales saltos se ponía a tocar sus riffs matadores al borde del escenario, provocando al público, gruñendo y e incluso invitando a los más fans en las primeras filas a que tocaran la guitarra con él.
Se veía disfrutar mucho también a Ozo, el cantante y bajista, dejándose llevar por los ánimos del público y contagiado del empuje del Dango. En comparación quizá sí se veía un poco parado al nuevo baterista, Poncho, que tocó eficientemente pero se quedó un poco atrás a nivel de espectáculo. No debe ser fácil competir con el recuerdo de Pezo, el vikingo con trenzas que le daba a la batería antes y que estaba hecha una bestia parda: dotaba al conjunto de un punch extra que es lo único que hemos echado en falta esta vez.
En definitiva, una hora y medio de rock desert y stoner en que brillaron canciones como The Chairman, Desert Cruiser, Gargarismo, o Atomic. Un show en que el grupo sudó la camiseta a base de bien. Lo único que me faltó personalmente fue un poco de variedad, el setlist fue consistente pero después de una hora sí que es cierto que algunas canciones sonaban demasiado parecidas. Aún así consiguieron mantener la máxima atención del público y encender la chispa durante toda la noche. Respect!
Crónica y fotos: Rosario López