La tercera edición del Route Resurrection Fest puso la guinda final este domingo 19 de abril en la Razzmatazz II de Barcelona. Una tarde de hardcore que dejó a los asistentes con una buena dosis de moratones y adrenalina, tanto que el comité olímpico internacional debería plantearse incluir el mosh pit y el stage diving como nuevos deportes de contacto. Después de hacer una mini gira de 6 fechas por toda la península, a los neoyorkinos aun les quedaba fuerza y mala ostia para poner patas arriba la ciudad condal.
La velada la abriría Angel Dust, que acompañó a Sick Of It All en todos los bolos de esta gira. Apenas 40 minutos de concierto de esta banda que empieza a hacerse un hueco importante en el panorama hardcore.
Tras los de Baltimore subieron a escena The Ghost Inside, una banda ya mítica que está en plena forma y que para muchos era el plato fuerte de la tarde/noche. Más de tres cuartos de hora de bolazo en los que empezó la locura. Como ya es habitual en estos conciertos el público no paró en ningún momento de lanzarse desde el escenario e incluso hubo un tema en el que la banda apenas tenía hueco para moverse al estar el escenario invadido por el público.
Pasadas las 9:15 de la noche, la banda de los hermanos Koller; Lou, vocalista y Pete, el guitarrista con muelles en lugar de piernas, dierón un recital de más de una hora, con sus temás más clásicos y potentes. Estar en primera fila en un concierto de Sick Of It All es una experiencia no apta para aquellos que no lleven bien el calor humano, los golpes y que te arrollen por encima para subir al escenario. Por lo demás, un lugar perfecto para descargar la mala ostia y matar, por un rato, las ganas de que llegue la gran cita de este verano en la costa lucense, el “puto” Resu se acerca y este año promete ser todavía más expectacular.
CRÓNICA Y FOTOS: Brais G. Rouco