Era la primera vez en 20 años que Portishead nos visitaban en la capital, y se notaban las ganas entre sus muchos fans, que incluso con el calor de Madrid empezaron a llegar antes de abrir las puertas. El espacio elegido fue El Palacio de los Deportes, que aunque no es el mejor sitio por sonido, era el mejor posible para el espectáculo que vivimos.
Y es que la noche prometía desde el principio, con la actuación de Thought Forms como teloneros, banda también originaria de Bristol, pero con una propuesta diferente a Portishead. Y es que tienen composiciones más cercanas al post-rock con toques de psicodelia, pero también tienen otras con un toque más Doom etéreo. Las voces las usan como un instrumento más, casi como si nos encontráramos en medio de un ritual, donde lo que mas importa es donde te trasladan y no tanto las palabras. Gustaron y habrá que seguirles la pista más de cerca.
Como nota friqui, en el descanso entre Thought Forms y Portishead, mientras montaban el escenario, sonó Forever Autumn, de la maravillosa adaptación a musical de la Guerra de los Mundos por Jeff Wayne.
Llegaba por fin el turno de Portishead, se encendió la pantalla gigante con una gran P y salieron, uno a uno, al escenario. Con imágenes entre vídeo en directo distorsionado y vídeo pre-diseñado, sonaban los primeros acordes de Silence, de su último disco hasta la fecha, Third, y de repente comenzó a sonar la voz de Beth Gibbons, que como si por ella no pasaran los años nos recordó el porque nos enamoramos de sus canciones en los 90.
Y es que en los conciertos de Portishead se vive una intensidad contenida, en la que te cuesta soltar el aire al respirar, y no puedes apartar la mirada de lo que estas viendo y oyendo.
El primer gran momento de la noche llegaba con Sour Times, en la que un publico entregado cantaba junto a Beth el estribillo
Y de repente llegó Wandering Star, pero llevada a la mínima expresión, con Beth sentada frente a Geoff Barrow al bajo, mientras Adrian Utley nos deleitaba con unos punteos apoteósicos. Con un tempo más lento de lo habitual, nos tocó muy hondo, con una Beth espectacular. Sencillamente el momento mas bonito de todo el concierto.
Pero después de la belleza en estado puro tocaba el horror, y llegaba en forma de imágenes de guerra mientras sonaba la increíblemente rítmica Machine Gun, pero que terminaban dando un pequeño aire de esperanza al final del tema mientras lucía un maravilloso amanecer tras ellos junto a unos teclados que parecían sacados de Vangelis. Sobrecogedor.
Aun quedaban grandes momentos, como cuando sonó Glory Box, y todo el público la cantó prácticamente entera, por algo es su canción mas reconocible.
Sonaron también Over y Cowboys, los únicos temas que tocaron de su segundo disco. Pero también hubo tiempo para Chase the Tear, el último que saco la banda, allá por el 2009, para Amnistía Internacional, y que tiene un teclado tremendamente ochentero que invita a moverse. Cerraron antes del descanso con Threads, uno de los temas más desgarradores de su tercer disco.
Al volver nos esperaba Roads, uno de los temas más bonitos que se han escrito jamás, que no nos preparaba en absoluto para el final que nos tenían reservados con We Carry On, tema que se acerca casi al industrial. En ese momento Beth aprovecho para bajar al foso y dar la mano al público que se encontraba en primera fila, y así, con una despedida tímida desde el escenario, nos decían adiós Portishead, sólo nos queda esperar que no tarden 20 años en volver.Les estaremos esperando. Impresionantes.
Setlist Silence Nylon Smile Mysterons The Rip Sour Times Magic Doors Wandering Star Machine Gun Over Glory Box Chase the Tear Cowboys Threads bises: Roads We Carry On CRÓNICA Y FOTOS: SERGIO MORALES