AA Williams + Kalandra + Lys Morke hipnotizan en la Salamandra

23/11/2023 – A.A. Williams + Kalandra + Lys Morke. Salamandra, Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Promotora: Madness! Live. Gran cartel de talento femenino el que pudimos disfrutar en la sala Salamandra, con la gira doble de la británica A.A. Williams y los noruegos Kalandra.

La barcelonesa Irene Talló, con su proyecto multidisciplinar Lys Morke, fue la encargada de dar comienzo a las actuaciones: salió al escenario en formato duo y anunciando lo contenta que estaba de poder “tocar en casa”. Así dio comienzo un show excelente de marcado corte electrónico en la que nos ofreció su personal sonido que mezcla música industrial con sonidos más afines al trip hop y hasta música urbana, desenvolviéndose sobre las tablas con gran carisma. Pese a que todo estaba cuidado al detalle, desde la iluminación hasta los visuales que se proyectaban al fondo del escenario, yo de todo el conjunto me quedo con la voz de Irene, sobrada de potencia y camaleónica, que me llegó a recordar por momentos incluso a Björk en sus comienzos. Tiene un enorme potencial este proyecto y me encantaría volver a verles, aunque en este caso no fuera posible escuchar su fantástica versión de Sextape, de Deftones.

 A continuación, Kalandra desplegaron su derroche sónico de folk nórdico para deleite de gran parte del público que claramente había asistido al concierto con ellos como principal atracción. Liderados por una Katrine Stenbekk esplendorosa en cuanto a carisma y en estado de gracia vocalmente tanto en inglés como en noruego, comenzaron con Helheim, tema perteneciente a Kingdom Two Crowns: Norse Lands. Siguieron intercalando los temas de este trabajo con los de su disco debut The Line. Mención especial merece la versión del tribal tema Helvegen, de Wardruna, punzante y emocional a través del silencio sepulcral que imperaba en la sala. Acabaron, como no podía ser de otra manera, con Brave New World, su tema más conocido con ese crescendo poderosísimo y esa dicotomía de sonido puro y angelical que se va retorciendo sobre sí mismo, cada vez más rítmico. Al acabar el concierto, hasta el más escéptico a nivel estilístico reconocía el tremendo concierto que habían dado, y raro era el fan de las primeras filas que no había llorado en algún momento. El sonido había sido tan potente como claro durante toda la actuación, y Kalandra puede vanagloriarse de ser uno de esos grupos que se crecen en directo, conectando emocionalmente con el público y reafirmando el vínculo con su repertorio.

Como “cabeza” de la noche le llegó el turno a A.A. Williams y se podría decir que en el contraste estuvo el placer ya que la banda ofrece algo estilísticamente muy diferente a lo que nos brindó Kalandra: aquí no hay espacio para el baile, más bien para sentir una suave caricia en el alma. Pero de algún modo, y con el hilo conductor de la gran calidad musical, sus conciertos en sucesión se complementaron. El sonido marca de la casa de A. es mucho más minimalista y contenido que el de los noruegos, y hasta a nivel de atmósfera los alardes de iluminación y de humo se cambiaron por una escenografía mucho más taciturna e íntima.

Los acordes iniciales de For Nothing resonaron hipnóticos estableciendo el tono de lo que quedaba de noche y ya nos era imposible retirar la mirada de A que siguió con otro de sus mejores temas, la rica en armonías Evaporate. Tras su gira con MONO y su paso por el AMFest, esta era la cuarta vez que les veía y lo que más me impresionó fue constatar la tremenda consistencia en la ejecución que la banda ofrece de una a otra ocasión, aunando elementos del doom y del metal con una sensibilidad dark pop que ningún otro grupo clava de esta manera. La banda que la acompaña ofrece siempre una calidad excelsa y concretamente la sintonía musical que sostiene A. con Matthew De Burgh Daly (también guitarra y teclista en Maybeshewill) es visible a lo largo del concierto, y es pura magia. Murallas de guitarras y canciones que cuentan tanto con sus silencios como con las palabras susurradas, la grandeza de A.A Williams es que puede recordar a otras bandas pero a la vez ha destilado una experiencia que en lo emocional solo suena a sí misma. La versión reciente de Without You I’m Nothing de Placebo (más oscura que nunca con su voz profunda) y Melt, quizá su tema más luminoso, cerrando el concierto, fueron dos de los momentos más bellos y sentidos de toda la noche. Una de esas bandas que nunca me cansaría de escuchar. 


 

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