Elegante, preciso y emocionado, así vimos a Anton Jarl el pasado 16 de noviembre, y es que el reto que ambicionaba no era para menos, homenajear a Buddy Rich y a su Big Band, acompañado de la joven orquesta del Taller de músics, la OJO dirigida por el gran David Pastor.
Bajo las escaleras del Jamboree y me dejo embriagar de la emoción y respeto que se destila en la sala. Y es que es excitante ver los ojos brillantes de todos y cada uno de los componentes de la OJO, saben que están a punto de vivir un instante bellísimo y se les nota. Se sitúan frente a una proyección de Chet Baker, al que tratan de emular entre risas para mitigar el nerviosismo previo a la actuación. Se me encoge el corazón y me dejo cautivar al ver tanto respeto y tanta camaradería. A las 20h empieza la magia. Y salen al escenario, y con ellos el talentoso trompetista David Pastor y el GRAN Anton Jarl, dos referentes imprescindibles de la escena barcelonesa.
El respeto de Anton hacia la figura de Buddy Rich es innegable, y también su dedicación. Pero si algo debemos destacar del señorito Jarl es esa fiereza con la que toca, fiero pero sin perder un ápice de precisión. Se deja llevar y le posee el espíritu de Buddy Rich hasta desbocarse tanto que dota los temas de mr Rich de una personalidad única. Creo que se me mantuvo la piel erizada en todo momento y en ocasiones mis latidos del corazón se confundían con la endiablada batería. Y con los ojos humedecidos decido quedarme al segundo pase de las 22h hipnotizada por esta espectacular Big Band y por el savoir fiare de mr Anton Jarl y David Pastor. Una velada mágica e irrepetible.
Crónica y Fotos: Lulu Voodoo