La Sala Apolo de Barcelona inauguró el pasado viernes 17 de enero el ciclo de conciertos Be my Guest dentro de los Caprichos del Apolo. La idea del ciclo es dar a conocer propuestas innovadoras de escenas musicales de otros países. Los primeros invitados fueron las bandas Honeybird & the Birdies y Blue Willa, dos promesas del art-rock italiano actual.
Abrieron Honeybird and the Birdies, que desplegaron sus alas coloridas mostrando su fusión de influencias caribeñas y africanas , voces polifónicas y mucha actitud. Honeybird se nos presenta como la heredera natural de Amanda Palmer, en cuanto a la energía que desprende y a su personalidad punk. Psicodélicos, divertidos y muy empáticos, conectaron a la perfección con un público dispuesto a bailar y celebrar la vida para demostrar que somos ciudadanos del mundo y que lo más importante es no perder nunca la humanidad que desgraciadamente parece que hoy en día se pierde a una velocidad pasmosa.
Presentaron su disco You Should Reproduce, una amalgama de influencias y de diversidad cultural interpretado en varios idiomas. Honeybird se dirigía al público en un excelente catalán y como la perfecta anfitriona de una fiesta llena de color donde ella y sus birdies bailaban sin perder de vista su vena reivindicativa y su amor por la música. A destacar, la emotiva interpretación de Perejil y el concurso improvisado para llevarse el condón de Honeybird & the Birdies consistente en adivinar el idioma de la canción interpretada. Una bomba de diversidad y buen rollo.
La penumbra inunda el escenario, sólo iluminado por un débil contraluz. De él emergen cuatro siluetas misteriosas. Se oyen los primeros compases y una voz de sirena acompañada de una melodía atronadora que envenena tus entrañas y que dulcemente te atrapa. Ellos son Blue Willa y se erigen como uno de los grupos más interesantes del panorama italiano.
Blue Willa son hipnóticos y a la vez perturbadores. Saben como crear esos paisajes sonoros oscuros y intensos al puro estilo Lynchiano . Sus temas nos remiten a las ensoñaciones más desgarradoras de Edgar Allan Poe y recuerdan a escenas de Blue Velvet o Twin Peaks con tintes del cabaret de los años 30. Presentaban en Barcelona su álbum homónimo, Blue Willa, con temas tan potentes y adictivos como Eyes Attention, Spider, Rabbits o la mágica Moquette.
Serena Alessandra Altavilla, impone y llena la sala con solo su presencia. De aspecto frágil pero inquietante, estamos delante de una frontwoman de la cual no puedes apartar la mirada. Te toma de la mano y lleva por habitaciones de hotel destartaladas iluminadas con luces tenues e intermitentes. En cada uno de esos parajes te encuentras cara a cara con tus propias oscuridades y luces. Un recorrido interior desgarrador y emocional iluminado por la voz de Serena, que nos recuerda tímidamente a una Alison Goldfrapp fusionada con la fuerza de Diamanda Galas. Su voz acompañada del guitarrista Mirko Maddaleno, soberbio, eléctrico y magnético seducen, cautivan y nos regalan momentos épicos de distorsionada explosión entre ambos. El puzzle queda perfectamente completado por el enérgico bajista Lorenzo Maffucci y la potencia salvaje del batería Graziano Ridolfo. Mi nueva deliciosa obsesión.
Queda patente el savoir faire de nuestros vecinos italianos y la caprichosa elección en este primer Be my guest que conjuga a la perfección la luz de Honeybird & the Birdies con la oscuridad de Blue Willa. Dos bandas muy diferentes que se compenetraron y convirtieron la noche del viernes en una velada perfecta.
Texto y fotos: Lulu Voodoo