El pasado viernes 24 de octubre asistimos al que será probablemente uno de los mejores directos del año, por su intensidad y contundencia. Y es que los belgas Triggerfinger se presentaron ante un razz 3 excitado y con la expectación previa a un concierto que fue tan épico como se intuía.
Como si de un ritual se tratara, Ruben Block y los suyos emergieron de entre la niebla ataviados con sus elegantes trajes y look de gángster. La cuidada iluminación y su impecable vestimenta recordaban a escenas del mejor cine negro, regalándonos instantes visualmente emocionantes y muy a lo Scorsese. El carisma y sensualidad de un inconmensurable Ruben Block, la locura desenfrenadamente adictiva de Mario Goossens y la presencia de un inquietante pero imprescindible Paul Bruystegem, conectaron con un público que si bien en un principio parecía disperso, se dejó atrapar por la fuerza del torbellino Triggerfinger.
Desde ese instante fueron encadenando tema tras tema sin tregua. Nos dejaron sin aliento y nos sedujeron con su stoner rock potente y preciso. Con un enloquecido Mario Goossens a la batería, probablemente uno de los animalazos más bestias que he visto jamás,y desatado como nunca se marcaron un festín de stoner que satisfizo las necesidades del más sibarita.
Los que se atrevieron a alzar la voz en el momento en el que Block interpretaba My Baby’s got a gun enmudecieron de golpe ante la belleza violenta de la escena, tan delicada pero desgarradora. En definitiva, afortunados los que pudimos disfrutar de ellos, y en sala pequeña. Nos dejaron con ganas de mucho más.
Texto y Fotos: Lulu Voodoo
Esta crítica me entusiasma. Aunque ya he visto algunos videos de sus directos, tengo ganas de que vuelvan a España pronto para vivirlo. El 9 de julio repiten en el Bilbao BBK Live!! Un saludo