[CRÓNICA + FOTOS] Nothing But Thieves en Barcelona: Eternal live

25-04-2022. NOTHING BUT THIEVES + GOA Sala Razzmatazz Barcelona. Promotora: Live Nation. Texto Mariano Antón. Fotos Rosario López.

Eterno directo, eterna la música en sala y la comunión entre músicos y público que, cuando se da, libera una de las más extraordinarias formas de energía, no medible ni cuantificable pero sí altamente perceptible por todo aquél que se encuentre en el asunto. Cierto es que tras dos años de restricciones, retrasos y cancelaciones, hay ganas y una cierta predisposición a facilitar la conexión mágica, ayuda innecesaria para grupos como Nothing But Thieves que tienen un directo capaz de convencer al más escéptico.

En el concierto correspondiente a la gira presentación aplazada de Moral Panic (2020, Sony), en Barcelona deberían haber pasado a final de 2021, los de Essex se presentaban sobre las tablas del Razz con un repertorio sólido basado en sus tres largos, directo potente y bien ejecutado en el que la contundencia se da la mano con la sensibilidad, sonando por veces a The Killers, otras a lo que debería ser Muse y en otros momentos poniendo en el alma de los asistentes un pequeño y brillante destello de Jeff Buckley. Influencia confesa de la banda, la extraordinaria voz de Conor Mason escoge en ciertos temas teñirse con el timbre del mítico cantante y guitarrista californiano (p.ej. I Was Just A Kid, I’m Not Made By Design, Impossible), sin caer en la imitación ni en los ejercicios atléticos de exuberancia vocal; puro talento al servicio de la canción que pone los pelos de punta y nos hace imaginar cómo habría sido estar en el Café Sin-é en el verano del ‘93. No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás existió, como dijo Joaquín, felicitémonos por tanto de lo que tenemos ahora y de la posibilidad de arreglar la tarde-noche de un Lunes con uno de los conciertos que recordaremos de este 2022.

Los de Essex fueron desgranando los cortes de este Moral Panic intercalando a partes iguales temas de sus dos anteriores largos y acabando antes del preceptivo bis con ese himno en ciernes que es Amsterdam. Un directo impresionante con una banda potente, compacta y enérgica, y la extraordinaria voz de Conor Mason liberada de la mayor contención que muestra en los LP’s, un repertorio que brilla en directo con una cierta amplitud estilística que no pone en peligro la intensidad de los temas más duros con valles excesivos, y la sensación de querer más pese a la correcta duración del encuentro. No se los pierdan.

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