[FOTOS + CRÓNICA] Quejío y éxtasis: DMBK en “Les Nits del Forum”

15/09/2021. Derby Motoreta’s Burrito Kachimba. Les Nits del Forum. Promotora: Primavera Sound. Texto y fotos: Rosario López.

Parece mentira que solo haga dos años desde que los sevillanos irrumpieran en la escena con su disco debut, ese nombre que te hacía preguntarte si se tomaban a sí mismos en serio y una etiqueta para definir lo que hacían: kinkidelia. En pocos meses ya demostraron que, nombre cachondo aparte, iban fuerte y sus conciertos eran fiestas instantáneas donde se daban la mano el duende del flamenco o el rock andaluz y la psicodelia más enérgica.

En ese tiempo hemos pasado por una pandemia con el consecuente parón para toda la industria musical. A los DMBK les pilló todo en plena eclosión como banda, en pleno frenesí de rodar por cuanto escenario se les pusiera por delante, y lejos de amilanarse por las circunstancias han sabido aprovecharlas para regalarnos un segundo disco brillante, Hilo Negro, en que continúan expandiendo ese sonido marca de la casa.

No podíamos tener más ganas de volver a verles en acción en la ciudad condal, y en la penúltima jornada del ciclo Les Nits del Forum, una vez más la banda sobrepasó con creces nuestras expectativas. Tal y como dijo Dandy Piranha en varias ocasiones, Barcelona se ha convertido en el segundo hogar de la banda por la cálida recepción que les ofrecemos siempre. Con ese buen rollo por defecto ya flotando en el aire, los sevillanos empezaron fuerte con The New Gizz y procedieron a convertir la velada en el Forum en una olla a presión en la que acabamos hirviendo todos, de la primera a la última fila, manos en alto y flipando, llevados por esa mezcla indómita de voces aflamencadas al más puro estilo Triana y referencias como Pink Floyd, Led Zeppelin o King Gizzard. Hubo espacio para emocionarse, con la quietud de Somnium Igni Pt 1, con solo voz y guitarra o el guiño a Camarón con esa enorme versión de Nana del caballo grande (decir que nos pusieron los pelos como escarpias es quedarse muy corto). Pero predominó la juerga guitarrera con temas como Smarkanda, Caño Rojo o Aliento de Dragón, con Bacca y Dandy presumiendo de elasticidad contoneándose al borde del escenario y un sonido que ganó sin problemas la batalla contra la brisa marina que corría. Gitana fue en directo el puñetazo sobre la mesa definitivo con esa salvajada de final doom que cerró la noche sobre nuestras cabezas. Daban ganas de agarrarse al famoso manillar de bicicleta para no salir disparado por la onda expansiva.

¿El final? Versión de Los Chichos mediante, en un segundo bis ya y con la banda “a hombros”. No se puede pedir más a una banda en directo que esto. Uno de esos conciertos milagrosos en que, aún sentados, aún con las mascarillas, desapareció la distancia de seguridad emocional. Necesitamos más noches así.

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