29/05/2022, Julien Baker, Madrid. Sala Shoko. Promotora Sound Isidro. Texto y Fotos: Sergio Morales
Hay noches que todo lo que necesitas es que la música te ayude a sanar, que te remueva por dentro y salgas de la sala más ligero. Eso mismo me paso el pasado domingo en el concierto de Julien Baker dentro del Sound Isidro, una noche mágica en la me reencontraba con ella tras el concierto que ofreció en la Sala Sol hace unos años.
Con la timidez que la caracteriza no hubo mucha interacción con el publico, salvo un par de veces, en la que se olvidó la letra de la canción y un fan en primera fila se la fue pasando en el móvil y cuando presentó a la banda (momento que aprovecho para irónicamente quejarse de la maquina de humo llamándola su nuevo miembro de la banda, ya que cuando saltaba la desconcentraba).
La principal novedad respecto a su bolo de la Sol fue el uso de una banda completa (bajo, guitarra, teclados, bases y batería) que elevaban las canciones a niveles que ella sola no podría, aunque también nos regalo varios temas ella sola, como Sprained Ankle, en los que hizo uso de loops.
En definitiva un concierto muy bueno, comparativamente menos intenso que el de la Sala Sol, pero a la vez muy emotivo, y es que Julien sabe como agarrarte con esa voz maravillosa y convertir sus bolos en una catarsis colectiva.
Alabadas sean ella y sus canciones.
Como teloneros tocaron Marta Knight, banda joven que sonaron muy bien y que por estilo y calidad pegaban perfectamente en el concierto de Julien (que les observaba desde lo alto de la sala). Mención especial al tema Father con el que cerraron su actuación. Habrá que seguirles de cerca.