[FOTOS] Jornada inaugural del AMFEST 2019 con Daughters y Foscor

Jueves 10/10/2019. Amfest 2019. Daughters + Foscor. Fotos y texto: Rosario López. La octava edición del AMFEST despegó el jueves pasado en la Fabra i Coats con un cartel de lujo. Los catalanes Foscor abrieron la noche. Presentaban su nuevo trabajo, Els Sepulcres Blancs, y volvieron a sorprender a propios y extraños con un directo contundente y lleno de matices, que igual se volcaba en descargas black metal que basculaba hacia territorios más atmosféricos. Mención especial a su carismático cantante, Fiar, versátil y carismático durante todo el concierto, y a su batería, Jordi: qué gran nivel, viéndole tocar, lo más complicado parece fácil. Cançó de Mort y la final Cel Rogent fueron verdaderamente escalofriantes.

Daughters eran, sin duda alguna, uno de los grandes reclamos del festival este año, y para muestra, un sold out. Quizá es el grupo más alejado de la esencia estilística inicial del AMFest que ha pasado por el mismo, pero no se puede negar que su inquietante propuesta hizo de perfecto Flautista de Hamelín para un sector de público que se aventuró a visitar el festival gracias a ellos. El público agolpado en torno al escenario 2 hervía de anticipación, y Alexis S.F. Marshall y los suyos saltaron a escena dispuestos a no dejar rehenes. Empezaron con The Reason They Hate Me, y antes de que esta llegara a su fin el cantante ya se había hecho sangre en la frente arreándose con el micro, y la había emprendido con el pie de micro contra el foso, poseído. A nivel sonoro el poso demencial no era menor: discordancias llevadas al límite, spoken words nihilistas, guitarras afiladas, ritmos endiablados, descontrol industrial y un aire malsano difícil de escribir que te ponía el vello de punta y te invitaba a abandonarte a violentos pogos a la vez. Satan In the Wait, Our Queens, Less Sex… cada una más intensa que la anterior, más rápida. Tan retorcidos e imprevisibles, como mesiánicos e irresistibles. Un concierto incómodo, impregnado en sudor y lleno de distancias demasiado cortas en algunos momentos. Pero también inolvidable, y la manera perfecta de empezar el festival arriba del todo.

 

 

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