01/03/2025, Lebanon Hanover+Geneva Jacuzzi+Huir, Madrid. Sala Mon. Promotora Sturm Promotions. Texto y Fotos: Sergio Morales
El 1 de marzo fue un día lluvioso y algo frio, de alguna manera Madrid decidió acoplarse al tiempo que acompañaría mejor a un concierto de Lebanon Hanover. La expectación era máxima, y ya una hora antes de la apertura de puertas, y bajo la lluvia, no éramos pocos los que esperábamos en la cola de entrada. Con el cartel de todo vendido aun hubo gente que se acercó con la esperanza de conseguir entradas en puerta, y es que la propuesta de Sturm promotions así lo merecía..
Mientras se llenaba la sala comenzaban Huir. El dúo de Barcelona arrancaron con una versión del uno de los temas más conocidos para los amantes del industrial o la música oscura en general, Hurt de Nine Inch Nails. Nos dió un feeling más hacia la versión de Johnny Cash que la original (que no tiene nada de malo) y les damos puntos extra por la valentía de atreverse con un tema de tal envergadura.
Para el poco tiempo que llevan en activo ya tienen unos cuantos temazos, como Lovers, Vital o Triumphal (de su excelente EP de debut, Triumphal Arch Lovers), además de nuevos temas que no conocíamos y que esperamos lleguen en un primer LP más pronto que tarde. Excelente arranque y una de las bandas que tenemos apuntadas para ver siempre que se acerquen a la capital.
A continuación vivimos la experiencia de un concierto de Geneva Jacuzzi, y decimos experiencia porque fue una mezcla entre performance y concierto tremendamente entretenido.
La Angelina presentaba su tercer disco, Triple Fire, y arrancaba el concierto entrando al escenario desde el fondo de la sala, conectada literalmente a los dos bailarines que actuaron con ella, en una especie de homenaje a la escena del martillo de feria de Beetlejuice, pero que una vez en el escenario parecía como si llegasen de otro planeta e hicieran una performance musical (que me dio regustillo a The Rocky Horror Picture Show, para bien). Geneva, cuyo maquillaje nos recordaba a Siouxsie, cantaba, bailaba coreografías muy a lo Madonna, y jugaba con el público con los elementos de atrezzo, como una gran diana tras la cual se escondía mientras el publico intentaba golpearla con balones inflables blancos y negros. Esa misma diana la utilizó para realizar un baile detrás de ella mientras veíamos su sombra a través. Entre tanto juego, también hubo canciones, y por supuesto sonaron Dry, Laps of Luxury, Art is Dangerous o Bow Tie Eater de su ultimo largo, pero también tocaron Casket o God Maker del Technophelia o Do I Sad? del Lamaze.
Una actuación maravillosa que nos dejo fascinados.
El plato fuerte de la noche por supuesto eran Lebanon Hanover, a los que, por unas razones u otras, nunca habíamos podido ver en directo (A William con su proyecto en solitario, Qual,si pudimos verle en la Moby Dick), y las expectativas eran muy altas.
Afortunadamente no nos decepcionaron, y su concierto fue subiendo de intensidad poco a poco. Las voces de Larissa y William nos acunaron en un comienzo oscuro y frio con temas como Die World, Saddest Smile, Sadness is Rebellion y Kyiv. A partir de este momento William se soltó y pudimos disfrutar de algunos de sus bailes y hasta nos hizo participes en Kiss Me Until My Lips Fall Off, con todo el publico coreando “Forever”. Con Albatross ,No One Holds Hands y True Romantics bajaron las revoluciones de nuevo, para volver a hacernos bailar con I Have A Crack, por supuesto, con los temazos que son Gallowdance y Du Scrollst, para cerrar antes de los bises con Totally Tot.
El final no pudo ser más épico, con The Last Thing, en la que Larissa se acerco a sus fieles adoradores en primera fila, Babes of the 80s (imposible no bailarla) y una intensísima Come Kali Come, en los que los gritos de William se intercalaban con las distorsiones a la guitarra de Larissa en unos minutos finales que nos quitaron el aliento.