[FOTOS] Primavera Club 2018, sábado: pisando fuerte

27/10/2018. Sala Apolo y La [2] de Apolo, Barcelona. Promotor: Primavera Sound. Fotos y texto: Rosario López. La segunda jornada del Primavera Club  empezaba para nosotros con una sorpresa muy agradable: el directo de Halo Maud, que nos mantuvo encandilados durante toda su actuación. La banda francesa deshojó ante nuestros ojos canciones tan bellas como vaporosas, en las que se alternaban las letras en francés e inglés, con mucha clase haciendo honor a la denominación de origen de su pop típicamente francés. Três bien!

 

 

A continuación, las canciones de Okay Kaya sobrevolaron las cabezas de quienes la escuchamos como caricias volátiles que no acaban de atreverse a tocar la piel. Todo es dulce y delicado, pero a la vez orgánico y cálido, y con su justa dosis de sarcasmo en unas letras susurradas. Presentaba Both, precioso artefacto de pop de dormitorio, lleno de referencias personales que no dejan de ser, en el fondo, más universales de lo que podría parecer a priori.

Kadhja Bonet fue otro de los descubrimientos del día, con su psych soul rico en matices y reivindicaciones que sugiere una veteranía vital mucho mayor de la que refleja el pasaporte de esta estadounidense. La cantante no llega ni a los 30 años pero exhibe una madurez en el sonido y una claridad en su mensaje feminista que ya los quisieran muchas y muchos.

Pero vayamos al grano: si hubo un gran triunfador para nosotros en esta jornada del Primavera Club, ese fue el descarnado y poético soul de Serpentwithfeet. Apoyado apenas con unas bases electrónicas tan sutiles como melódicas, llenó solo con el sentimiento de su voz hasta el último rincón de La 2 de Apolo. Composiciones como Mourning Song lo tienen todo, y envueltas en su particular personalidad escéncia, resonarán en nuestras cabezas por mucho tiempo. Creo que todos los que estuvimos allí nos sentimos como si acabáramos de presenciar un pequeño milagro.

Crumb, a continuación, sonaron algo destartalados, quizá por comparación odiosa con lo que acabábamos de ver. Reverb, loop, pop, jazz… entretenidos, sí, pero no memorables en un cartel en el que la mayoría de los artistas demostraba una seguridad pasmosa.

Hop Along fueron el último grupo que vimos y ofrecieron una buena descarga de indie rock americano ante un nutrido público ansioso de escucharles. Frances Quinlan no canta como nadie que conozcas: el resultado puede gustarte o no, pero eso hay que reconocerlo. Es ella misma y o la tomas o la dejas, con sus letras tan ocasionalmente disfuncionales como punzantes por reconocibles. Nosotros la tomamos, navegando de himnos en los que se desgañitaba a otros en que se decantaba por el blues, siempre extática ante la idea de estar allí y entonces, con nosotros.  Gran banda, de las que más empuje tuvieron en lo instrumental también. Guitarras al poder.

About Rosario López

Autodidacta, su pasión por la música y la fotografía desde que tiene uso de razón ha desembocado en su especialización como fotógrafa de conciertos. Empezó a inmortalizar momentos decisivos desde el foso para varias publicaciones online en 2008. En 2013 fundó Flashes And Sounds para dar rienda suelta a su pasión por el periodismo musical. Cree en las fotos que se pueden escuchar.
Bookmark the permalink.

Comments are closed.