Queen volvieron a Barcelona ayer, acompañados una vez más de Adam Lambert como voz cantante y showman incombustible, como parte de la gira en la que conmemoraban el legendario disco News of the World. Si bien la ausencia del gran Freddie Mercury sobrevolaba una vez más el Palau Sant Jordi, éste probablemente hubiera dado su bendición al evento ante el torrente de voz del que hizo gala Adam y cómo sudó la camiseta en clásicos como Another One Bites the Dust o Somebody To Love.
Como el propio Lambert se ocupó de mencionar a medio concierto, él nunca será Freddy Mercury, porque Freddy Mercury era único. Dicho esto, el estadounidense se esforzó por demostrar que está ahí por méritos propios y que, lejos de intentar imitar a Freddy, él cuenta con su propio carisma. La química con el núcleo duro de Queen, los legendarios Brian May y Roger Taylor, fue innegable, y quedó muy claro que Adam sigue sintiéndose muy afortunado de poder actuar junto a ambos músicos, historia viva del rock. Tanto May como Taylor siguen siendo una maravilla, musicalmente parece que no pase el tiempo por ellos, y nos brindaron grandes momentos como el de Brian tocando la guitarra y cantando solo Love of My Life , como Roger cantando mano a mano con Lambert sin perder la frescura y pegada al set de batería que siempre le ha caracterizado.
Una de esas noches especiales que hace que te sientas afortunado de haber podido presenciar.
