Los londinenses Wolf Alice llegaron a Barcelona la pasada noche de Reyes dispuestos a ser el regalo perfecto tras el parón de las fiestas. Presentaban su segundo disco, Visions of a Life, lleno de shoegaze del bueno y guiños a los sonidos y la temática de los 90.
Empezaron entre vapores con la nueva Heavenward, dispuestos a llevarnos lejos entre melodías con el punto justo de nostalgia y la increible voz de Ellie Roswell guiándonos como un faro entre la niebla. Yuk Foo fue en cambio una descarga de mala uva, un torbellino de exhabruptos y locura, con la versión más riot grrrl de la cantante, desafinado al resto de la banda y a su público. El momentazo #sorrynotsorry de la noche.
Ese contraste inicial sería una gran definición de lo que son Wolf Alice en directo, capaces de sonar frescos pero nostálgicos a la vez. Dulces, con un toque pop, pero también grunge, punk, atmosféricos, noise, shoegaze… y siempre intrigantes. Un grupo que madura con cada gira y refina su sonido, dotando a su setlist de mucha más profundidad que cuando les vimos en Razz 2 presentando su debut. Y aunque hubo momentos en que la actitud algo sobreexcitada de Joff Odie a la guitarra quedaba incluso algo impostada, rozando el exceso rockstar, siempre estaba ahí el contrapunto del resto de la banda, eficientes y enérgicos, dispuestos a hacernos pasar ese resbalón por alto, impulsando al concierto hacia delante y encendiendo al público a base de ritmo y sudor.
Y Ellie, verdadera estrella de la noche, carismática en su aparente normalidad. La chica de Archway, Londres, decidida a comerse la noche a bocados con una voz y nervio a la guitarra que se sostienen por sí mismos durante todo el concierto, sin artificios, y una versatilidad que la hace capaz de sonar a sí misma y a la mismísima Dolores O’Riordan a la vez en hits como Bros. Disfrutamos como niños con Space & Time, con Blush y You’re a Germ, con una poderosa Visions of A Life y su desarrollo inesperado lleno de épica, para acabar con todo un crowdpleaser como es Giant Peach.
Yo no sé vosotros, pero se me ocurren pocas maneras mejores de dar inicio a la temporada de conciertos 2018.
Los barceloneses Conttra estrenaron la noche con su indie bailable y calentaron al público a base de actitud fiestera y mucho ritmo.