El pasado sábado pasaba por Berlín la gira de una nueva banda de post-rock venida desde Ucrania, Krobak. Presentaban su álbum debut Little Victories, un excelente trabajo donde la fuerza de una guitarra demoledora se entremezcla con la bella melodía de un violinista casi protagonista a lo largo de los temas.
El ambiente fue familiar ya que la Tiefgrund (un pequeño cine convertido en centro cultural) es bastante acogedora y más en un día tan frio como el que vivimos el pasado sábado en Berlín. La noche la abrió Voida, proyecto en solitario de Igor Sidorenko, líder de Krobak y parte de Stoned Jesus, que nos mostró una parte más íntima junto a su guitarra eléctrica. He de confesar que no soy fan de la música de cantautor pero lo que Voida ofrecía era algo diferente, melodías eléctricas con ese toque triste y nostálgico casi post que sorprendió a más de uno. Un proyecto al que habrá que estar muy atentos en el futuro.
Los segundos en saltar al ruedo fueron los alemanes Slime The Boodge, una banda que bajo mi punto de vista no cuadraba mucho en el cartel del concierto, el organizador creo que se equivocó a la hora de elegir, habiendo cientos de bandas alemanas de Post-Rock o similares y no añadir una banda de rock garajero y aires blues que a pesar de no cuadrar en el cartel no lo hicieron nada mal.
El plato fuerte de la noche llego sobre la medianoche, la sala de repente adquirió color y sonaron los primeros acorde de Broken, empezaban bien los muchachos de Krobak el concierto. Temas in-crescendo, partes donde la crudeza y la distorsión tomaron protagonismo y un violinista que en muchas fases del concierto tomó el protagonismo para convertir la música de los de Kiev en algo original y no seguir siempre esa mecánica de temas tan impuesta dentro del estilo. Hora y cuarto de concierto donde dejaron claro que no hay que perderles la pista, y que a pesar de la sobresaturación aún quedan bandas interesantes por salir dentro de ese mundo llamado Post-Rock.
Fotos y texto: Aythami “Postcore” (WEB)