15-2-2025 – Leon Benavente – La Riviera, Madrid. Fotos y crónica: Aida Cordero. En una ciudad que aún se sacudía los ecos de San Valentín, el verdadero romance se vivió en La Riviera la noche del 15 de febrero. Por segundo día consecutivo, León Benavente llenó hasta la última esquina de la sala madrileña, consolidándose, una vez más, como una de las bandas más imponentes y originales del panorama independiente español. Con Nueva sinfonía del caos, su nuevo disco, como estandarte, la banda ofreció un espectáculo donde la energía desbordante, la electricidad y el delirio colectivo se convirtieron en los verdaderos protagonistas.
Un directo para incendiar el caos
Desde el arranque con ÚSAME/TÍRAME, quedó claro que no había margen para la tibieza. El sonido sintético y afilado del nuevo álbum, producido por Martí Perarnau IV, cobró vida en directo con una potencia aún más visceral. Las guitarras hirvientes de Eduardo Baos, la solidez rítmica de César Verdú y la omnipresente línea de bajo de Luis Rodríguez sirvieron de soporte a un Abraham Boba que, más que un cantante, parecía un oficiante de culto. Su magnetismo no dio tregua y se tradujo en un público completamente entregado, que coreó, saltó y bailó como si la sala fuese un volcán en erupción.
Tras la vertiginosa A la MODA, Boba aprovechó para agradecer a los asistentes por llenar dos noches consecutivas el recinto, un logro que la banda no da por sentado. Y a partir de ahí, el show se convirtió en una vorágine de intensidad: la melancolía de NADA se fundió con el ímpetu de Amo. Yo fui bastante feliz cuando cantaron mi canción favorita, Estado provisional, a la que le tengo especial cariño. El recuerdo del pasado en BRILLANDO sirvió como puente entre los León Benavente de 2019 y el de 2024, ya que Boba recordó que sula última vez que estuvieron en La Riviera fue en esa pasada fecha. Ahora había vuelto, más electrónicos, más afilados, pero igual de devastadores en directo.
Invitados, sorpresas y un torbellino final
La recta final del concierto fue un estallido de emociones. Con SU VERSO, la presencia de Cristina Martínez (El Columpio Asesino) desató la euforia en el público. Para una espectadora como yo, que la última vez que pisó La Riviera fue precisamente para el concierto de despedida de El Columpio Asesino, esta aparición fue un regalo inesperado, un guiño a la memoria y a la historia de una escena que se resiste a desaparecer. Martínez repitió en SER BRIGADA, cerrando el set principal con una energía arrolladora.
Pero León Benavente aún tenía más que ofrecer. Tras una breve pausa, los bises elevaron aún más el éxtasis: en EN EL FESTÍN, el propio Martí Perarnau IV se sumó al escenario, reforzando ese pulso electrónico que late con fuerza en el nuevo disco. Gloria y Ayer salí sirvieron de epílogo perfecto, y en esta última, Boba, como es tradición, se lanzó a bailar entre el público, desdibujando la línea entre escenario y sala, entre artista y audiencia. Fue un momento de comunión absoluta, de esos que solo una banda con el instinto de León Benavente puede generar.
Más allá del caos, la sinfonía
León Benavente ha conseguido lo que muy pocas bandas logran: convertir la rabia y la incertidumbre en catarsis colectiva. Nueva sinfonía del caos no es solo un título, es una declaración de principios, y en La Riviera, por segunda noche consecutiva, demostraron que su directo sigue siendo un terremoto capaz de hacer temblar cualquier sala. Madrid les perteneció por dos noches, y si algo quedó claro es que, después de más de diez años de trayectoria, su fuego sigue ardiendo con más intensidad que nunca.
Lista de canciones:
ÚSAME/TÍRAME
A LA MODA
NADA
Amo
Como la piedra que flota
Estado provisional
BRILLANDO
Ánimo, valiente
La Ribera
La canción del daño
GERRY
California
Disparando a los caballos
BAILE EXISTENCIALISTA
Mítico
SU VERSO
Tipo D
QUÉ CRUEL
LA AVENTURA
Ser Brigada
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EN EL FESTÍN
Gloria
Ayer salí
