Varios artistas. 4 – 6 Octubre 2022, La Farga, Hospitalet de Llobregat. Organiza: Aloud Music. Rosario López texto y fotos. Mariano Antón texto.
“Lo consiguieron porque no sabían que era imposible”. La cita de Jean Cocteau en este caso bien podría servir para hacer referencia a esa mezcla de carácter obstinado y un poco inconsciente que a veces es necesario para llevar a cabo las grandes empresas. Ya comentábamos en la reseña de la fiesta de presentación del AMFest en la sala Salamandra nuestra predilección por este festival y la especial filosofía que rige todos sus movimientos, una forma de hacer que permite a los fanáticos de las músicas ruidosas, incómodas y experimentales disfrutar de sus grupos preferidos y que esperamos que perviva por muchas ediciones.
Cierro paréntesis
Después de dos años inciertos con el cambio forzado de ubicación, la pandemia y todo lo que trajo consigo (cancelaciones, distancia de seguridad, mascarillas, sillas, etc) y con ediciones más reducidas (el AMFest 2020 y el Parèntesi by AMFest) en el castillo de Montjuic, el festival estrena una nueva ubicación en La Farga de L’Hospitalet que le ha sentado de maravilla; un escenario principal y dos escenarios secundarios en una disposición en forma de T que permitía disfrutar de los conciertos de manera prácticamente ininterrumpida y sin solapes entre ellos, y es que cuando vas al AMFest puedes ver al 100% de los grupos. Unido al buen dimensionamiento de los servicios de barras, comidas y WC, la vida en el interior del recinto de La Farga permite centrarse en la música y sin duda se aproxima a la experiencia ideal en un festival.
En lo musical tenemos una ensalada de etiquetas bastante nutrida, pues el carácter más bien centrado en el rock instrumental de los inicios del festival ha ido incorporando nuevas texturas y sabores que amplían el abanico de sonidos sin distorsionar la identidad del AMFest: post-rock, post-metal, screamo, shoegaze, doom, synthwave, hardcore, math rock … dejaremos la lista por aquí cual buffet libre para que cada uno escoja aquella que mejor le suene con cada grupo; por supuesto los comentarios y las sugerencias son bien recibidos.
Jueves 6: Pallbearer, Oranssi Pazuzu y Elder. Galería de fotos aquí
Viernes 7: De descubrimientos y reencuentros
El viernes centraba la atención de los aficionados en dos nombres muy esperados: Cult Of Luna y Caspian. Los suecos no defraudaron y se despacharon con contundencia y épica en un concierto muy celebrado, mientras que los americanos recurrieron a la precisión milimétrica marca de la casa, sin por ello renunciar a la emoción. Los pesos pesados colmaron las expectativas y entre ellos se desenvolvieron ágilmente las japonesas de Tricot, banda largamente perseguida por la organización y que con sus ritmos sincopados y suaves voces recordaba a una perfecta mezcla entre Toe y Stereolab.
Al inicio de la tarde GGGOLDDD nos recibía con aire gótico y las densas texturas de sus teclados, mientras que Svalvard recurrían a una propuesta más directa con influencias hardcore e invitando al headbanging desde el mismo inicio del bolo. Muy notable prestación en directo de los americanos Foxtails; de nuevo ritmos sincopados y complejos, en buena sintonía con los elaborados riffs llenos de personalidad hicieron que el concierto de esta joven banda fuera mi preferido en la noche del Viernes.
Fotos jornada del viernes:
Sábado 8: Una partida al Out Run
El sábado fue el día de los contrastes, con los conocidos Silencios™ del AMFest y algunas de las descargas de energía más potentes del festival, sin que la mezcla desentonara en ningún caso. En el apartado Silencios™ podemos incluir sin duda a Maud The Moth y su intensidad intimista, a la que le creció un piano de cola en el escenario y claro, tuvo que sentarse a él. En orden creciente de energía se presentó el inquietante y oscuro show de Lingua Ignota aka Kristin Hayter, y un poco más, y posiblemente algo fuera de los límites de los Silencios™ por nivel de dB estaría Anna Von Hausswolff, con su propuesta de atmósfera pausada y evocadora. En la parte más energética del line up, y en orden creciente nos encontraríamos a Maybeshewill, post-rock (existe de verdad?) como uno se imagina que tiene que ser, con sus largos desarrollos instrumentales y sus alternancias de ruido-silencio; un punto más de vigor para los barceloneses Ikarie y su doom-metal canónico y también para los franceses Celeste, incorporación de última hora que demostraron que el ejercicio de paracaidismo no restó un ápice de energía.
La descarga salvaje de la noche (y del festival) vino por parte de Carpenter Brut, la cara bruta y roquera del synthwave, género en el que se tiene bastante ganado si se incluye el nombre del único e incomparable Horror Master e inspirador de la escena, John Carpenter (para profundizar más, recomiendo el estupendo documental de Iván Castell The Rise Of The Synths). Pero Franck Hueso no tiene sólo un nombre llamativo, lo suyo es ese toque de hedonismo sin concesiones que los franceses tan bien desarrollan, la diversión y el baile como medio y como fin. Y sonó Maniac. Y el AMFest bailó como nunca.
Fotos jornada del sábado:
Sunday Night Angst
Mañana es Lunes y el cuerpo lo sabe, y no digamos la cabeza. La mejor manera de luchar contra el Síndrome del Domingo es programar un cartel potente que permita olvidar el madrugón y el cansancio. Turno para unas buenas dosis de shoegaze de la mano de Slow Crush, banda a la que le tenía unas ganas increíbles, aroma noventero, telaraña de resonancia densa, evocación nostálgica y sonido de manual que nos recuerda a esa banda en la que todos pensamos cuando leemos la etiqueta. Perfectos! Alguna incursión por el género por parte de Deafheaven, con un George Clark sobrado de carisma y presencia, y que sin embargo brillaron más en su vertiente post-metal. Gran concierto de los californianos, de igual manera que A. A. Williams y su romanticismo etéreo y casi gótico. Imprescindible.
Lo de Godspeed You! Black Emperor fue algo espectacular, junto con Carpenter Brut lo mejor del festival, obviamente desde una propuesta radicalmente distinta pero provocando emociones igualmente intensas. Como pioneros del género ese que nos preguntábamos si existe, parten de un estilo propio alejado de fórmulas o patrones, con desarrollos más largos que Tony Rominger en una contrarreloj y la imprescindible rugosidad de Sophie Trudeau al violín, los canadienses son maestros en la repetición como medio para llegar al trance, y el trance como medio para llegar al clímax, y cada uno de estos clímax prende una nueva chispa de felicidad en la sonrisa del público, de forma que acabas el concierto con la típica cara bobalicona del que se lo ha pasado en grande. Geniales las visuales, complementarias cómplices de la música, tensas a ratos, otros algo surrealistas. Broche de oro por parte de un grupo excepcional.
Como epílogo a esta breve reseña del AMFest 2022, además de incidir de nuevo en lo acertado de la nueva ubicación y la perfecta organización, nos gustaría subrayar que vemos con gran agrado la inclusión de nuevos géneros como el synthwave, o el suministro de las músicas ruidosas, incómodas y experimentales en pequeñas dosis, como en la fiesta de presentación. Os imagináis un par de píldoras de AMFest a lo largo de al año?
Fotos jornada del domingo: