Yann Tiersen, uno de los músicos más respetados de su generación, presentará en Barcelona (2 de octubre, Auditori Fòrum) su nuevo disco, All, que se publicó a mediados de febrero.
Yann Tiersen saltó a la fama internacional en 2001 al firmar la banda sonora del filme Amélie. Sin embargo, su carrera es mucho más que eso, antes y después de esa fecha. Él mismo se desmarca en sus declaraciones del calificativo de compositor de música para películas – “soy un compositor y tampoco tengo un pasado en la música clásica”- y su biografía lo ratifica desde edad temprana, pues tras estudiar violín y piano desde los 6 a los 14 años, e incluso tantear la posibilidad de ser director de orquesta, se rebeló contra eso e inspirándose en Joy Division y The Stooges cogió la guitarra eléctrica y se adentró en el post-punk durante la segunda mitad de los 80. Fue el primer paso intrépido de una trayectoria que se ha ido alimentando y abrillantando a golpe de extravagancias melancólicas y que ha sabido destilar en una misma botella influencias de lo más variopinto, de la música callejera a la vanguardia, del minimalismo al rock, del vals a la chanson. Al margen de tres bandas sonoras, la citada Amélie, más las de Goodbye Lenin! (2003) y Tabarly (2008), y de tres álbumes en directo, el último de ellos On Tour (2006), su discografía, inaugurada en 1995 con La Valse des monstres, cuenta ya con siete títulos. El octavo, Infinity, se publicó en mayo de 2014 y fue registrado en Islandia. Producido por el propio Tiersen, y mezclado junto a Gareth Jones y Daniel Miller, incluye temas cantados en bretón, feroés e islandés.
En septiembre de 2016 llegó Eusa, su noveno trabajo, diez composiciones para piano editadas en forma de libro de partituras, cada una de ellas inspirada en una localización de su isla natal, que en bretón se denomina como el título del disco. Y a mediados de febrero de 2019 ha salido su sucesor, All, el primero que ha grabado en su nuevo estudio (que también funciona como sala de conciertos), al que ha llamado The Eskal y que ha construido en una discoteca abandonada en la isla francesa de Ushant, en la costa de la Bretaña. El álbum, que ha sido mezclado y coproducido por Gareth Jones, insiste en la temática medioambiental y en la conexión con la naturaleza que ya exploraba Eusa, basándose en grabaciones de campo realizadas en diversas localizaciones. Pero como han apuntado en Drowned In Sounden su reseña del mismo, “este no es un disco para relajarse, aunque es innegable que hay calma en su belleza, es música para ser consumida hundiéndose en sus profundidades y flotando en sus corrientes ascendentes”.
Las entradas para el concierto están ya a la venta en la web de la promotora del evento, The Project.