29 Enero 2019. Sidecar Factory Club. Promotor: Houston Party. Crónica y fotos: Mariano Anton. Salió Micah Paul Hinson del camerino de la Sidecar con una puntualidad que desde luego es de agradecer en los conciertos entre semana y apenas llegó al escenario se afanó en ordenar “sus cosas”. Una pequeña guitarra decorada con varias proclamas (“This machine kills fascists”, “Choose vanity over wisdom”,“Fuck you, I’m Batman”). Encima de un taburete, la manzana, intacta durante todo el concierto y la libreta de canciones. Esa libreta de la que fue sacando frágiles hojas durante todo el concierto, para consultar los acordes del siguiente tema, reflejo de costumbres sencillas para una personalidad compleja, una libreta a cuya suerte me atrevería a ligar el futuro del repertorio en vivo de Micah. No la pierdas, amigo.
“Beneath the Rose” como arranque de concierto, entre la aprobación general de los asistentes, o cómo desprenderse del As del triunfo a las primeras de cambio, podría anticipar un setlist que fuera de más a menos, pero a decir verdad mantuvo el tono a lo largo del concierto. Esa estabilidad en lo musical, curiosamente no se ve afectada por los largos monólogos entre canciones, y que sin duda merecen su propio comentario en esta reseña; a un concierto de Micah P Hinson no se va sólo a escuchar sus canciones, se va también a participar del personaje, a compartir sus inquietudes y en definitiva a atender.
Micah trazó recorrido por toda su discografía, además de presentar algunos de los temas de su último trabajo, de larguísimo nombre, “When I Shoot At You With Arrows, I Will Shoot To Destroy You” 2018 (“I am looking for the truth, not a knife in the back”, “Fuck Your Wisdom”, “Small Spaces”, “My Blood Will Call Out To You From The Ground”).
Ese señor, estéril diagnosticado que está esperando su tercer hijo, que se tuvo que quitar de todos los vicios a riesgo de su propia muerte (nos explicó tras el decimocuarto cigarro al extremo de una larga boquilla), está de veras preocupado por temas tan prosaicos como el pago de la hipoteca o salir de la pobreza, por lo que agradeció al público haber asistido en número suficiente para agotar las entradas y así colaborar con una aportación a la mejora de la salud financiera de la familia Hinson.
Recuerdos para los nativos americanos, reflexiones sobre fumar en el lugar de trabajo si uno es un artista, y en definitiva un buen rato acompañados por la voz de este crooner folk que se bajó una botella de leche entera durante el concierto.
Fuck you, I’m Batman