Nos ha hecho falta una semana para recuperarnos de los tres intensísimos días que pasamos en el Dunk! Festival, el festival de post-rock que se celebró los días 18, 19 y 20 de abril en Zottegem (Bélgica) y que celebraba en esta edición su décimo aniversario. Empezamos con la crónica y fotos del primer día.
ALRIGHT THE CAPTAIN
El viernes abrieron la veda en el escenario principal (una gran carpa de aires circenses) los ingleses Alright The Captain, con su personal y alocada visión del math-rock. El trío había preparado para la ocasión una sorpresa especial, ya que saltaron al escenario convertidos en cinco, como resultado de fusionarse con Cheap Jazz, banda con la que compartía su gira europea. Un show en el que todos tocaban todos los instrumentos, un snack entretenido para lo que estaba por llegar después.
TERRAFORMER
Estábamos esperando a la próxima actuación en el pequeño escenario Stargazer, al aire libre, cuando de repente oímos música proviniente del pequeño bosque que había al lado. Decidimos adentrarnos en él, y nos encontramos con una agradable sorpresa: los belgas Terraformer estaban ofreciendo un concierto en un pequeño claro, rodeados de verde y de un público lleno de curiosidad y ganas. Un show impromptu en el que desgranaron los nuevos temas de su próximo lanzamiento, Creatures, que nos dejó impresionados con sus ramalazos de post-metal tan enérgico como oscuro.
ALIAS EMPIRE
Cambiamos al pequeño escenario Stargazer de nuevo para visitar la propuesta de los dublineses Alias Empire. De lo más diferente que encontramos en el cartel, el trío defendió su electrónica ofreciéndonos temas de su último disco, Safety In Numbers. La verdad es que aunque le echaron ganas y algunos de sus temas prometían en disco, a su directo le faltó algo de gancho.
EXXASENS
Volvimos a nuestro particular circo del post-rock porque llegó la hora de ver en acción a unos rostros más que familiares para nosotros, los barceloneses Exxasens. Invitados al Dunk! para presentar su cuarto disco, Satellites, congregaron a una gran multitud deseosa de disfrutar de su post-rock espacial, y estuvieron totalmente a la altura de las expectativas.
Canciones como Last Song Over the Horizon, Rocket To The Sky y Satellites brillaron en un directo con tanta pegada como matices, seguramente el más cálido y completo que les he visto hasta la fecha. Incontestables.
STEAK NUMBER EIGHT
Turno para uno de los grandes grupos belgas del Dunk!, con los que el público del festival se volcó haciendo patria. Ya les vimos precisamente en este mismo festival en su edición de 2012, y por aquel entonces aunque nos parecieron prometedores, a su propuesta, quizá por su juventud, le faltaba aún cierta definición estilística. El tiempo ha pasado y con esta nueva aparición en el festival han dejado claro que tienen claro cual es su sonido. Y su sonido parece recién salido del Averno: slude y post-metal que te salta al cuello sin concesiones.
Aunque quizá nos resultaran algo excesivos en materia gritos en ocasiones, no se puede negar que tienen un directo envidiable, con un cantante sobrado de carisma, y bombazos como The Sea Is Dying, Dickhead (gran canción a pesar del nombre), Cryogenius y Pyromaniac convirtieron la carpa en un auténtico festival de headbanging.
AND SO I WATCH YOU FROM AFAR
Al filo de la medianoche llegó el colofón final de la jornada, en forma de esperadísima visita de los campeones de Belfast And So I Watch You From Afar, que con este directo daban el pistoletazo de salida a su nueva gira europea. Y es que desde la cosquilleante melodía inicial de Eunoia, el cuarteto y nos regaló un directo que nos lanzó a un estado de euforia colectiva que días y días después aún perdura en nuestra piel.
La banda pisó el acelerador con Big Thinks Do Remarkable y ya apenas lo soltaría en todo su setlist, y aunque Niall tuvo algunos problemas técnicos a las seis cuerdas en este tema, tras un rápido cambio de guitarras y a fuerza de ganas y actitud positiva pronto el contratiempo se quedó en algo totalmente anecdótico. A la tercera llegó ese frenesí llamado Like A Mouse, seguida de If It Ain’t Broken… Break It, gran rescate de su disco debut, y con este dúo se desató la locura entre las primeras filas, que se convirtieron en un embrollo exhultante de saltos, mosh y headbanging. La cosa se vino tan arriba que incluso vimos a voluntarios de la organización sentándose en el foso para evitar que las vallas de seguridad acabaran por ceder, eso sí, lo hicieron con una gran sonrisa ante la grandeza de lo que estaban viendo.
Sobre el escenario, la banda provocaba al público y se animaban entre ellos músicos pero ante todo, amigos. El menudo Rory Friers, capitán del buque, no paró quieto un segundo, saltando y buscando la complicidad de sus compañeros, apoyando su cabeza en el hombro de Johnny, el bajista, mientras entregaba punzantes riffs envuelto en sudor. Incluso llegó a lanzarse al público, guitarra en mano, en uno de los momentos cumbres de la noche ¿Y qué decir de Chris Wee? Este prodigio del ritmo demostró una vez más ser uno de los mejores bateristas en activo en el rock instrumental, dotando al sonido del grupo de un colorido y una calidez inconfundibles. Viéndole tocar, hace que los redobles más endiablados parezcan un juego de niños. Un juego de niños que visto lo visto, sigue disfrutando enormemente con cada concierto.
El setlist fue casi insuperable y disfrutamos a bocajarro de lo mejor de cada disco: Gangs, estuvo ampliamente representado, con Think:Breathe:Destroy, BEAUTIFULUNIVERSEMASTERCHAMPION, 7 Billion People Alive At The Same Time, Search:Party:Animal y Gang (Starting Never Stopping). Incluso sorprendieron a propios y extraños al regalarnos dos rarezas: S is For Salamander y la joya D is Django The Bastard, del su EP primigenio The Letters. De su disco debut rescataron A Little Bit of Solidarity Goes a Long Way, la alegría desbordante de Don’t Waste Time Doing Things You Hate y la delicadeza de The Voiceless, con la que pusieron punto y final al concierto entre agradecimientos a la entrega del público. Bravo.