[CRÓNICA+FOTOS] BASANTA y su ritual pagano llegaron al Café La Palma

La pasada semana volvieron Basanta a Madrid, tras la sorpresa tan grata que me lleve cuando telonearon a Rufus T. Firefly en la Ochoymedio. Esta vez el escenario era el Café La Palma, que si bien es más pequeño, nos daba la oportunidad de tenerles muy cerca y el sonido es muy bueno.

Con bastante retraso, y una afluencia de publico bastante pobre, salia al escenario Pablo Seijas, que venia a presentar los temas de su ultimo disco, Debajo del aire. Muy simpático entre canciones, y con mucha valentía, nos hizo disfrutar con sus temas, que eran bastante variados al incluir diversas percusiones. Tuvo que terminar un poco antes de lo esperado por el retraso inicial, pero os recomiendo que le echéis una escucha.

Con incienso y sonidos hindúes salían Basanta, que ya desde el primer minuto imponen con las mascaras paganas y Roy Basanta, líder de la banda, nos invitaba a unirnos a su ritual de Rock.
El misticismo y la filosofía hippie pega mucho con su música, que nos recuerda a los grandes de los 70, como Led Zeppelin.

Comenzaron con Karma e Infierno, que nos hicieron entrar en calor, para llegar a la muy esperada (por mi parte), Legión, pero algo pasaba, se les notaba incómodos, fuera de lugar. Al finalizar el tema comentaron que estaban teniendo “duendes” en el escenario, o lo que es lo mismo, problemas técnicos. Esto unido a la falta de público, y que el público que había no se acercaba a las primeras filas, tuvo que afectarles. A pesar de ello siguieron adelante con Cromestesia, una de mis favoritas, para continuar con Vida Arte. En ese momento los problemas técnicos resurgieron, y con el retraso que ya llevábamos tuvieron que saltarse un par de temas, pasando a la recta final con 3 temas que me sorprendieron muy gratamente: Estrellas, Emperador y Arde, tres temazos que espero que salgan en su primer L.P.
Esperemos que vuelvan pronto, con su disco bajo el brazo, y que la gente si responda ante una propuesta tan interesante como la de Basanta, porque de verdad que merece la pena.