24/11/2018, Sala Moby Dick Club, Madrid. Promotora: Indypendientes. Crónica y fotos: Sergio Morales
El pasado 24 de noviembre pudimos asistir a la segunda jornada del que posiblemente es el mejor festival nacional de Shoegaze y Dreampop. En su tercera edición, el Madrid es Ruido tuvo un plantel de calidad impresionante, que en su segundo día tuvo como claros vencedores a unos Ceremony brutales, con John Fedowitz haciendo un alarde bestial de distorsiones tanto a la guitarra como al bajo, mientras Sandra nos dejaba alucinados con su manera de tocar la batería (que aún no sabemos cómo quedo entera después de tanto machaque). Además nos regalaron el momentazo de la noche con John subido a la batería mientras golpeaba los platillos con la guitarra.
Simplemente genial, de los mejores conciertos que he visto este año.
Pero volvamos atrás, ya que el comienzo de la noche fue muy bueno, con Martes Niebla. Los sevillanos desplegaron su Shoegaze/Dream Pop de manera efectiva, y sobre todo me gustaron mucho cuando Erica Pender se pasaba a la batería, dando mucha fuerza a los temas.
Después llegaba el turno de Linda Guilala, una de las bandas nacionales que más me han gustado últimamente, y a la que tenia muchas ganas de ver en directo. No me decepcionaron, sonaron realmente bien, y encima pudimos escuchar temas nuevos, ¿se puede pedir más? Yo no lo creo.
La tercera banda fueron los Alemanes Jaguwar, cuyas canciones eran las que tenían una estructura más pop/rock tradicional, a los que se añadían unas distorsiones muy estudiadas de Lemmy Fischer a la guitarra (aunque hubo un momento que le fallo una pedalera, y tuvo que luchar un poco con ella). También me gusto mucho la distorsión del bajo a cargo de Oyèmi Noize.
En resumen, una jornada muy completa y muy estudiada, que iba subiendo en intensidad con cada concierto, y de la que el publico asistente salió completamente satisfecho. Un lujazo de la promotora Indypendientes, que sigue apostando por unas bandas de gran calidad. Muy atentos a los conciertos que tienen preparados para el año que viene, que no os arrepentiréis.