09/08/2018, Razz 2, Barcelona. Promotora: Madness! Live Prods. Crónica y fotos: Rosario López. En pleno agosto parece que los festivales al aire libre lo copan todo, pero aún queda espacio para conciertos en sala que nos puedan poner los pelos de punta. Este fue el caso con la llegada a Barcelona de Devildriver, que venían muy bien acompañados de Jinjer como previa al paso de ambos por el Leyendas del Rock.
Es agradable cuando uno ve que el propio telonero es capaz de generar tanta expectación como el cabeza de cartel, y eso es precisamente lo que pasó con Jinjer. Dentro de la presentación de aforo reducido que presentaba la sala, antes de empezar Tatiana y los suyos ya había una generosa entrada esperando a su gran directo.
Y a la que los ucranianos saltan a las tablas la sala entera tiembla. Aquello fue un acoso y derribo: fueron a por todas, sin ánimo de dejar rehenes. Al verla en acción se confirma su fama: Tatiana se acerca peligrosamente a ser la show woman perfecta. Retorciéndose sobre la plataforma, no paraba quieta, azuzando al público y ante todo haciendo gala de un torrente de voz tan versátil e impresionante que no tengo claro haber visto antes a nadie que se acerque a ese nivel. Si cerrabas los ojos parecía que estuvieras escuchando a dos cantantes diferentes al intercalar los pasajes de gutural con los pasajes limpios. La banda entera tiene un nivel como músicos que raya lo sobrehumano, con el baterista, Vlad Ulasevich, destacando con su particular distribución del set de batería y su velocidad y técnica increíbles. Con temas como Pisces, I Speak Astronomy y Sit Stay Roll Over, hasta los no iniciados parecieron rendirse a sus pies.
Así las cosas, a los cabezas de cartel les quedaba el a veces difícil cometido de superar lo que acababa de sonar, pero abordaron el reto con la naturalidad de quien sabe que tiene una base de fans y un repertorio infalibles. Porque eso sacaron a la luz: sus grandes éxitos de metal sureño, himnos cerveceros que defendieron con arrojo, tirando de tablas y de savoir fair. Dez Fafara se mostró encantado de estar allí y estaba en gran forma, todo actitud, y con hits como End Of The Line y Hold The Day Back pusieron a toda la sala a saltar. Al grano, efectivo e inevitablemente corto, pero ya sabéis lo que dicen sobre las cosas buenas y breves. Que vuelvan cuando quieran, que sin duda el público volverá a responder.
FOTOS: Rosario López