08/11/2023, Larkin Poe y The Sheepdogs, Madrid. La Riviera. Promotora Houston Party. Texto: Christian del Castillo, Fotos: Sergio Morales
La Riviera sería el último escenario europeo en acoger la gira de presentación de Blood Harmony de las hermanas Lovell. No podíamos dejar pasar esta oportunidad como si lo hiciéramos, para nuestra desgracia, en 2022 cuando, superadas las restricciones por Covid que frustraron la gira del año anterior, pudieron presentar por fin Self Made Man.
Toda su carrera es un revitalizador giro a la música popular norteamericana, ya sea en forma de blues, roots o rock ‘n roll; expandiendo un universo algo anquilosado con nuevos motivos en las letras, formas de producir el sonido y de tratar con la industria musical, siendo siempre fieles a la herencia musical de sus antecesores (en su muchas “covers” en disco, youtube y directo). Es en escena, aun así, donde adoptan su forma completa; es ahí donde pueden expresarse como las excelentes músicas que son, y conectar con el público con un carisma enorme. Si hay un futuro para estos estilos musicales, será con y por ellas.
Para la anterior experiencia de su directo nos tenemos que retrotraer a 2018 donde, ya organizado por Houston Party, actuaron en Cool Stage. Así podréis entender las altas expectativas con las que partíamos.
Como teloneros de la gira contaban con The Sheepdogs, de los también hermanos Currie. Formación que, a pesar su dilatada carrera, desconocíamos de entrada y para la que nos mantuvimos ignorantes y así tener una primera impresión en directo. En un ejercicio de “apropiación cultural”, los canadienses toman esa misma herencia de músicas del sur norteamericano (y hasta el acento cerrado al hablar) pero es su forma más finales de los 60, principios de los 70. Incluso de ese momento fundacional se acercan ligeramente a la psicodelia y el primer “hardrock” que igual hubiéramos querido ver más desarrollado en su propuesta.
Comenzaron pronto y con, todavía, mucho público por entrar; por lo que fue ganando enteros y temperatura la actuación según se iba completando el aforo y se iban sucediendo los duelos de guitarras. Vemos ahora que han girado en otras ocasiones por la península como cabezas de cartel (aunque en escenarios más reducidos) por lo que no nos extraña que a nuestro alrededor hubiera unas cuantas personas que celebraban material conocido. Y quien como nosotros no les conociera, fuimos entrando poco a poco en ambiente hasta resultarnos su actuación incluso un poco corta.
Tras un también corto intermedio, salieron a escena en forma de cuarteto Larkin Poe. Con el single Strike Gold abrieron la primera sección de temas de su último disco que, sin haber sido un disco de referencia en este año pasado desde su lanzamiento (hay demasiados!), nos hizo darnos cuenta que alguna huella sí nos ha dejado pues íbamos reconociendo los temas como si fueran familiares. Si algo no le falta a su música y a ellas como intérpretes, es personalidad propia.
Antes del Georgia off my mind que presentaban hablando de su tierra de origen, añorada tras irse a vivir a Tennessee, estado de los voluntarios y de los músicos; tocaron la primera versión de la noche con Jessica de los Allman Brothers. Más adelante sonaría nuestra querida Preachin’ Blues (voy a hacerme de alguna religión, voy a unirme a la iglesia baptista, voy a ser una predicadora para no tener que trabajar), Crocodile Rock de Sir Elton John (no solo versionan autores patrios) y Rumble.
Muchas versiones también hubiéramos querido escuchar pero había que encarar dos temas principales de trabajos anteriores, She’s a self-made man y Bleach Blonde Bottle Blues. Nos dejaron claro antes que el rock ‘n roll no es música solo para “guys” y que ellas han llegado para aportar (y triunfar añadimos) desde un punto de vista femenino (que se agradece aire el moho). Así lo podrán hacer en el futuro dos chicas (también hermanas) que estaban en primera fila encantadas.
Y fue tras esto que, de forma inesperada para nosotros (aunque podíamos haber intuido algo al ver el contrabajo al fondo), cogieron las guitarras acústicas y se juntaron los cuatro en el centro para encarar tres temas con sonido clásico bluegrass. Nos contaron que en este formato es como suelen empezar a nacer sus temas y fue así como nos volvieron a ganar para siempre con Might as well be me, Stubborn love (y su mágica declaración de amor fraternal) y (la ya mentada) Crocodile Rock. Alucinante y digno de mención; consiguieron que el público quedara en silencio para que todas pudiéramos disfrutar de estos temas en su forma más cruda, dulce y real posible.
De aquí al final del concierto, que también se pasó en un suspiro, fue un encadenamiento de temas destacados de sus trabajos como Holy Ghost Fire, Wanted Woman o Bad Spell (nuestro favorito actual de Blood Harmony). Acabaron con Bolt Cutters & the Family Name, no sin antes desear todo tipo de parabienes al público (su familia) y en entonar con todas los “uh uh yeah yeah yeah” con el que acaba.
De vuelta al escenario con el público en continuo “oeoeoe”, tocaron solo un tema más, Deep Stays Down. Si fuera nuestra decisión, hubiéramos querido tres, cuatro (cien) más aunque nos hubiéramos contentado con algún tema intimista (hubiera sido matador pero Mad as a hatter lo esperamos siempre) y uno final que lo dejase en lo alto (¿Freedom?) o un “bis” de Bleach Blonde Bottle Blues.
SETLIST
– Strike Gold
– Kick the Blues
– Summertime Sunset
– Jessica (The Allman Brothers cover)
– Georgia off my mind
– Preachin’ blues (Son House cover)
– She’s a self made man
– Bleach Blonde Bottle Blues
– Blue Ridge Mountains / Venom Faith
Acústico:
– Might as Well Be Me
– Stubborn love
– Crocodile Rock (Elton John)
– Rumble (Link Wray version)
– Holy Ghost Fire / Self Made Man
– Bad Spell / Blood Harmony
– Wanted Woman
– Bolt Cutters & the Family Name
Bis:
Deep Stays Down
