León Benavente se vacían en la Sala Apolo

21-11-2019. León Benavente + Bihotza. Sala Apolo, Cruïlla de Tardor. Texto y fotos Mariano Antón.

León Benavente es como aquella pareja que te abrazaba fuerte y no se guardaba nada para después, puede que su energía te intimidase al principio, pero una vez que te dejaste llevar el viaje fue rápido, intenso e inolvidable. Su forma de entender la música y sobre todo el directo es de un compromiso total hacia la inmediatez, la urgencia y un contundente hedonismo sonoro.

Colas a la entrada, todo el papel vendido desde hacía semanas y los más fanáticos copando las primeras filas una hora y media antes del concierto mientras Bihotza ambientaba la previa con su propuesta electrónica, una parte final al borde de la zapatilla. Realmente había expectación y muchas ganas de ver a León Benavente en sala, disfrutar de esa cercanía que impide que la energía se disperse y que también retroalimenta a los artistas, una espiral de dopamina y oxitocina generadas mutuamente a ambos lados del escenario que convierte una noche de Jueves en algo para recordar.

 

El escenario del Apolo envuelto en una tela brillante que lo hacía todavía más íntimo, los instrumentos preparados con un lugar central para los teclados de Abraham Boba, ese Bad Seed ibérico que canta/recita letras que atañen especialmente a los que crecimos en los 80, y una ligera espera para que pudiese entrar todo el público asistente. El arranque algo tranquilo de la parte inicial de Cuatro Monos (personalmente me gusta que los conciertos se inicien con un puñetazo en la mesa) dio paso a un repaso de su último disco Vamos A Volvernos Locos con múltiples flashbacks a sus trabajos anteriores. Momento especial a la salida de María Arnal y Marcel Bages para interpretar Como La Piedra Que Flota y descenso vertiginoso en los bises con La Canción Del Daño, Ser Brigada y Gloria, incluía la invasión de pista por parte Abraham Boba.

Un ejemplo a seguir de lo que tiene que ser un directo, unos señores que se suben a un escenario a defender sus temas con la misión única de pasarlo y hacerlo pasar bien. Tan sencillo y tan complejo.

About Mariano Antón

“Gracias por la música, misteriosa forma del tiempo.” Jorge Luis Borges. La fotografía de conciertos no es sólo la unión de mis dos pasiones, la fotografía y la música; es también la posibilidad de detener el tiempo en una nota, capturar la emoción del artista entre las sombras del escenario, transportar la atmósfera de la sala de conciertos al papel.
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