Sabado 21 de noviembre. Kadavar, la gran sorpresa del rock europeo de los últimos años venía a Barcelona con la gira de su último trabajo, Berlin, pero nos quedamos con las ganas de verlos… Pocas horas antes de que la sala 2 de la Razzmatazz abriera sus puertas, las redes sociales anunciaban a través de una foto que Kadavar no tocaría. Lupus Lindemann, cantante y guitarra, no tenia voz después del bolo en Madrid de la noche anterior y el médico que le atendió la mañana del 21 le recetó reposo durante 48hs como mínimo. Barcelona y Bordeaux cancelados. Mi gozo en un pozo…
Los había visto este verano en el Resurrection Fest y esperaba con muchas ganas disfrutar de este trio en sala. Hubiera sido un bolo de estos que solo sabes describir con un BRUTAAAL. Pero dejemos las quejas a parte porque esta noche hubo música y muy buena. The Shrine, Satan´s Satyrs y Horisont que acompañan a los alemanes en esta gira, si que tocaron. La organización hizo una rebaja considerable en el precio de la entrada, de 22€ a 10€ en taquilla y que siga el rock´n roll!
The Shrine se convirtieron en las estrellas de la noche. Los americanos dieron un recital de puro “Psychedelic Violence Rock and Roll”, como se definen ellos mismos. Un salto exponencial en el directo si lo comparamos con su última visita a Barcelona en la Bikini que pasaron sin pena ni gloria, como teloneros de los grandísimos Red Fang hace año y medio. Puede que fuera por los miles de kms y salas que llevan a la espalda o por no tener la presión de tocar antes que los alemanes, pero fue un concierto muy bueno y con un sabor a clásico bien hecho que augura un gran porvenir a los lobos de Venice.
Satan´s Satyrs. La segunda banda en subir al escenario. Bien, rock´n roll de toda la vida, pero nada nuevo bajo el sol. Parece que salieron a cumplir y nada más, una buena banda telonera, aburrida por momentos y poco más que destacar a parte del parecido de Clayton Burguess, bajista y vocalista con Mick Jagger.
Horisont. Primeros en subir al escenario. La verdad que fueron todo un descubrimiento. Hard Rock clásico y correcto al que el buen sonido de la Razz ayudó bastante.
Para el final del evento la organización anunció una “sorpresa”. Bueno… que dos bandas como Horisont y The Shrine hagan un combo para tocar un par de temas clásicos cantados a duo y desbarrar… pues tampoco fue un sorpresón desde mi punto de vista, pero oye, ya que no hubo rastro de Kadavar, no estuvo mal un poco de locura final.
CRÓNICA: BRAIS G ROUCO