DEKER, 26-06-2020, Rocksound (Barcelona). Promo: Rocksound.
La última vez que asistí a un concierto, fue el pasado 7 de Marzo (recordad el estupendo bolo que nos brindaron Syberia), así que podéis imaginar la excitación en el momento de entrar a una Rocksound sin público; durante la prueba de sonido no resultó extraño estar en compañía del personal de la sala y la banda, pues esta es la situación habitual en las horas previas al concierto, pero a medida que se acercaba la hora de inicio, ocupaba más y más espacio la sensación extraña e incierta de que esto es algo distinto a lo que estábamos acostumbrados. La ocasión en cualquier caso merecía la pena, el estreno del disco de Deker, A Cámara Lenta (2020) del que ya os anunciamos en Noviembre pasado su inminente grabación, en la crónica del concierto correspondiente al festival Acròbates en el que pudimos disfrutar de muchas de estas canciones en su versión más cruda. Parece que hayan pasado mil años desde el otoño pasado, y como reza el single del disco, efectivamente Algo Ha Cambiado.
Sin entrar a analizar desde estas líneas cual será el futuro de los conciertos (o manifestaciones culturales) post-COVID19, asunto ampliamente tratado y debatido en prensa, RRSS y 101 directos de Instagram, sí que es necesario destacar el compromiso y buen hacer de la sala Rocksound al ofrecer un ciclo de conciertos en streaming para celebrar su 12º aniversario; el trabajo de producción hecho con mimo tuvo su punto destacado en el excelente sonido que tuvo el concierto.
A Cámara Lenta es un disco de inspiración cinematográfica con temas que hablan de los amores y los anhelos cotidianos, bien sean de pareja, familiares o amistosos, y que está escrito a medias con el corazón y a medias con las tripas, punto justo de amargor sin entrar en el desgarro existencial. El estilo musical de Deker es deudor de grandes del Rock Americano como Tom Petty, Damien Jurado o Ryan Adams, así como otros del panorama patrio como Quique González, LA o Rafa Pons; rock con tintes folk en el que la maestría a la guitarra de Marcos Deker y la buena producción le permite añadir varias capas de complejidad, siempre al servicio de canción. El formato de la banda en directo, compuesto por guitarra (Marcos Deker), bajo (David Molero), teclados (Joan Berenguer) y batería (Kapi Medina) no se resintió ni se echó de menos otra guitarra, ni tan solo en la versión de la noche, la compleja Impossible Germany de Wilco, ejecutada de forma impecable y perfectamente traducida al lenguaje de la banda. A destacar también Un Badfinger Más, ese homenaje a los tipos que no reconocen el valor de lo que tienen hasta que lo pierden.
Uno de los problemas que puede tener el hecho de tocar sin público es la falta de esa retroalimentación de energía por parte del público, que eleva un par de dedos a los músicos, lo que a su vez hace que el público todavía vibre más … el círculo virtuoso que convierte algunos conciertos en memorables. En esta ocasión se puede afirmar que Deker suplió ese feedback positivo con la necesidad vital de estrenar el disco y por fin tocar, como un animal al que le han abierto la jaula y sale disparado a recorrer su territorio, presentando en sociedad un disco personal, con un sonido que cuesta encasillar (algo que es siempre refrescante y necesario) y con un amor y pasión por la música desbordantes. Esperemos que la nueva normalidad permita a esta banda continuar con un ciclo de presentaciones a la altura de su propuesta.
