The Black Angels + Black Market Karma. 31-01-2023 Sala Apolo. Promotora: Primavera Sound. Texto y fotos Mariano Antón.
En el juego/debate de las etiquetas musicales para definir el sonido de una banda, quiénes son sus influencias y sus deudores, o para simplemente pasar el tiempo, no es difícil establecer paralelismos al mundo culinario. Si esta o aquella banda se mantienen fieles al recetario tradicional, el que les hizo triunfar; la calidad de los ingredientes, la frescura, si están muy cocinados o por el contrario casi crudos; y por supuesto la pureza de la pertenencia a la tradición de un determinado género, en definitiva, si lo que hacen es paella o arroz con cosas. En cualquier caso no nos engañemos, hoy en día todo está tremendamente influido por mil inputs de variado origen y los géneros puros no existen, máxime cuando hablamos de aquello que veía la luz hace varias décadas. Es en este punto en el que soltaremos el palabro correspondiente a la principal característica del sonido de The Black Angels, neopsicodelia, así nos lo quitamos de encima y nos podemos dedicar al resto de ingredientes que dan forma a la receta.
Soy de la opinión que la mejor forma de comenzar un concierto es a fuego fuerte, sellando al personal vuelta y vuelta con un inicio contundente que te dibuje una sonrisa en la cara y te congratule por haber llegado pronto a la sala. Pero desde luego no es la única, y en este sentido la banda de Austin, Tx comenzó su recital a fuego lento, competentes pero suaves. Con paciencia y añadiendo los ingredientes poco a poco, el sonido de The Black Angels fue ganado en densidad rítmica ayudado por Stephanie Bailey a la batería y camino de ese bajo increíble que caracteriza a “Black Grease”. El punto justo de condimento picante, ganar en estructura rítmica y contundencia según avanzaba el bolo.
Alternando temas de su último largo Wilderness of Mirrors (Partisan Records, 2022) con referencias anteriores, The Black Angels se encontraron a gusto sobre las tablas del Apolo, alargando hasta las casi dos horas de duración en una noche celebrada por el respetable y no falta de energía, aunque algo justa de picante si la comparamos con otros recitales ofrecidos en esta misma sala (2018 si no recuerdo mal). En cualquier caso, especialidad con carácter propio cocinada a fuego lento, de buena digestión y evitando el empacho. Repetiremos.
